
La semana
pasada los laboratorios farmacéuticos Novartis en colaboración con Forética
(una Fundación especializada en RSC o RSE) presentaron en Madrid un interesante
trabajo en el que se explica la presencia que estos temas tienen en los medios
de comunicación. Es particularmente valiosa la parte en la que se alude a los
llamados social media, las redes
sociales para entendernos; por ser, no obstante, algo más especializado, me referiré
a ello dentro de unas fechas en el blog sobre comunicación: http://puntocerocomunicacion.wordpress.com/
El estudio de
Novartis-Forética puede consultarse en: http://www.foretica.org/
Novartis es
aquel conglomerado empresarial que se opuso de manera furibunda a la producción
de medicamentos genéricos y denunció en 2007 al gobierno de India por
consentirlo. Ya se comprenderá que no traigo esto a colación por meter el dedo
en el ojo a nadie, sino para que sepamos quién es quién. Y conste que no soy
nada fundamentalista al respecto: creo que si una empresa favorece a los públicos
de su interés –lo que en terminología de RSC se llaman stakeholders- o al público
en general con actuaciones (becas de estudio, acciones humanitarias, etc, etc)
es natural que intente sacar partido de ello tratando de explotar en términos
de marketing la buena reputación obtenida. Siempre que no haga trampas, claro.
Parte la repetida
investigación de una definición clásica de la RSC, tal vez de utilidad para quienes
nada saben de estas cosas : “Es, en esencia, un concepto de gestión en la
medida en que tiene por objeto incorporar aspectos sociales, ambientales, éticos
y de buen gobierno a la estrategia y procesos de negocios de la empresa” Dicho
de otro modo: las corporaciones que adoptan este enfoque van más allá del
cumplimiento de las normas adoptando conductas socialmente excelentes.
Como seguro
que entre mis lectores hay mucho descreído, ya les estoy viendo la cara de
cachondeo. Pero no, queridos, esto es un asunto tan serio como que representa
un nuevo paradigma de la misión y la visión empresariales. Y lo dejaremos ahí.
Por ahora.
Cuatro días después
de la presentación del estudio de Novartis, el diario El País publicó un
extra ("Negocios Éticos") precisamente sobre RSC: 14 páginas muy recomendables
para cualquiera que tenga curiosidad por todo esto. Lástima que los autores del
estudio no lo hayan podido conocer con anterioridad a su trabajo; hubiera sido ilustrativo
leer sus comentarios.
Por ejemplo,
titulares a destacar: que las pymes que tienen una tradición sostenible están
sorteando mejor la crisis; o que se está registrando un incremento del apoyo de
las empresas del IBEX a los emprendedores; o que el Banco Santander ha
cuadruplicado sus fondos para becas en los últimos diez años, etc. Es la de
cal.
La de arena
es, por ejemplo, lo que menciona en un artículo del extra Miguel Ángel García
Vega y cuyo título lo dice todo: “Sin moral, números rojos” ¿Que de qué habla?
Del sector financiero, claro. Una gran paradoja porque este sector siempre ha
sido muy sensible al desarrollo de la RSC…ya hemos visto en la calle hasta qué
punto. Tanto que, como destaca García Vega “…problemas como las preferentes,
subordinadas o los desahucios solo se ven en España. No aparecen en ningún otro
país de la eurozona” “…ese es un dolor concreto; el otro es interrogarnos sobre
si la finanzas españolas no tendrán un déficit ético en el sentido más profundo
del término” ¿Cuánto les costará a los bancos españoles recuperar la confianza
de los operadores y, sobre todo, de los clientes? Quien puede saberlo.
Deberíamos interrogarnos,
como dice García Vega, sí. Y también acaso sobre si tal déficit lo padecen igualmente
las eléctricas, las energéticas o los operadores de telefonía españoles,
sectores todos ellos pioneros también en implementar estrategias de RSC en sus
organizaciones.