
La mentirosa y/o manipuladora nota añade que la tal
contabilidad oficial "se encuentra a disposición de la justicia desde que
nos fue reclamada y es conocida por toda la opinión pública” y que el PP ha
estado "en todo momento a disposición de la justicia" y que mantiene
su colaboración "para que ésta pueda llevar a buen término sus
investigaciones a la mayor celeridad posible" De que los datos fueron enviados al
Juez, solo ante la contumaz insistencia de éste y son incompletos y de que Pablo
Ruz los haya sacado a gorrazos del asunto porque no hacían sino entorpecer,
nada dicen.
Naturalmente, ninguna persona de bien concederá a un tipo
como Luis Bárcenas demasiada credibilidad, o eso es lo que se debe afirmar si
uno quiere ser políticamente correcto. Yo, desde luego le concedo la misma que
a quienes tratan de defenderse de sus embestidas insultando la inteligencia de
la parroquia. Qué quieren que les diga, cuando trincan a un malo y canta, suele
decir la verdad, sobre todo porque ya poco tiene que perder y le da igual
llevarse por delante al lucero del alba…pero eso lo digo porque he visto muchas
películas de mafiosos. Efectivamente: es la justicia la que debe pronunciarse y
punto. Si en otros lugares los políticos se van a su casa con el rabo entre las
piernas en cuanto hay dudas de su honorabilidad, allá ellos, que aquí somos muy
nuestros.
No me negarán que entre las cajas de puros portadoras de
buenas nuevas y las insinuaciones de los hijos de Lapuerta en el sentido de que
las caídas de su padre que le han provocado su actual estado y, de paso, su
condición de perfecto chivo expiatorio, pueden no haber sido fortuitas, esto
empieza a tomar tintes de trama mafiosa; Toni (en paz descanse el gran
Gandolfini), habría encajado perfectamente en el desarrollo de los
acontecimientos. No obstante, a pesar de que también había puros y caídas, en
Los Soprano había un glamour, una cosa, que aquí es más bien caspa y olor a
sovaquina. Es que no puedo dejar de pensar en esos tipos gordinflones fumando
farias o cohibas en las corridas de toros y mostrando el arco del sudor en los alerones de
sus camisas de seda, o en esos chulos de caracolillo en la nuca moviendo su jeta
bronceada al compás, stup, sutp…de la bola en un master de tenis…
Qué asqueroso es todo esto. Y además qué feo. Y que
ingenuos los que creíamos vivir en un país moderno, medianamente culto y
civilizado ¿verdad?