
O
sea, que el Tribunal que ha dejado en libertad a los miembros de La
Manada ha tomado esa decisión como podía haber tomado la contraria;
no ha prevaricado pues.
Bien
¿Y ya está? ¿Ninguna providencia tomará nadie para que la
contestación generalizada tenga algún efecto sobre los miembros de
ese Tribunal? ¿Nadie, ningún estamento puede hacerlo? ¿Son Dios?
Volvemos
a oír por enésima vez que en un estado de derecho se respetan las
decisiones judiciales, o sea, que a la fuerza ahorcan porque está
decisión nada tiene de respetable como no lo pueden ser los
razonamientos de los psicópatas.
Y
nos embarcamos en debates de tertulia absurdos sobre si los
violadores están más gordos, han musculado en la cárcel, si se
dejaron barba, si podrán escaparse a ignorado paradero, si la
victima no podrá (¿no?) encontrárselos en Madrid, pero sí en
Sevilla, en Donosti o en la Tierra de Campos, pongamos por caso.
A
ver: estos monstruos han violado (abusado dicen los de la toga) a una
muchacha; no hay debate al respecto porque están condenados,
CON-DE-NA-DOS. Por lo demás, son los que alardeaban de sus hazañas
en redes sociales, los que planeaban sus repugnantes divertimentos,
los que tienen otra causa en curso por los mismos motivos.
¿Porqué
están en la calle?
Yo
no necesito leer el auto de libertad bajo fianza. No me hace ninguna
falta conocer las medidas cautelares. Es fácil: están en la calle
porque dos de los magistrados del Tribunal (el presidente siempre
entendió que había violación y no abuso y se ha opuesto a que
salgan) están muy enfermos, como lo está esta sociedad; y da igual
que uno de los miembros del Tribunal sea mujer, eso solo da idea de
la gravedad de la enfermedad. No, no es asunto de cambiar las leyes
como se han apresurado a decir los políticos que ante esta
situación andan como pollo sin cabeza; insisto, en puridad pudieron
fallar que permanecieran en prisión y no habrían quebrantado la
ley. Pero no lo hicieron. NO LO HICIERON.
¿Que tiene razón la gente incendiando la calle? Por supuesto ¿Cómo no la va a tener si La Manada también está en la calle, en el bar, en el Metro, en la playa...
¿Qué
hará el Supremo? Francamente, espero que cuanto menos confirme las
penas, porque como las rebaje yo no se que puede llegar a pasar. ¿Que
para entonces alguno de estos salvajes ya estará violando cocos en
las Chimbambas? Hombre, eso denlo por hecho.