
Lo que me llama la atención es el desconcierto de quienes
son sin duda progresistas y, al tiempo, gentes de orden; a ver: Podemos es de
izquierdas ¿vale? De nuevo una
recomendación: ustedes que no se conforman con interpretaciones de terceros
lean sin apriorismos ni prejuicios el programa (http://www.podemos.info/sites/default/files/Programa%20Podemos%20def%202.pdf)
puede que en algún momento les recuerde a ustedes mismos cuando eran más
jóvenes: ya saben, habla de suprimir las Sicav (ese instrumento de la injusticia
social más flagrante) o de prohibir los despidos en empresas con beneficios; o
de derogar la última reforma de las pensiones; o de auditar la deuda…en fin, ya
digo, de izquierdas; ¿Que tiene un punto de utopía? Claro, es de izquierdas ¿o
ya no se acuerdan?
Que Podemos
ponga de los nervios a quienes, presuntamente de izquierdas pero sin más mimbres
ideológicos que el interés de su ombligo (a estas alturas repleto de pelusas) y
su extraordinaria capacidad para trepar durante años, es también muy normal.
Son eso que llama Pablo Iglesias y los suyos “la casta” a mi juicio, expresión
no demasiado afortunada pues no son un linaje o una clase especial que se
distingue del resto ni, desde luego, destacan por su coraje. Son, más bien, la
expresión del triunfo de la mediocridad sobre el talento y, por lo mismo, un
elemento retardatario de las organizaciones que fagocitan. Es que eso de
llamarles “casta” les pone en evidencia por más que se sepan protegidos por una
especie de incomprensible corporativismo y un sentido patrimonial de las ideas
y de las organizaciones en que se apoyan: vale, son como sanguijuelas, pero son
nuestras sanguijuelas.
Para los más pragmáticos: observemos el panorama. Podemos da el campanazo y ahora está en
todos los medios; vamos, hasta hay analistas, antes desdeñosos, que ahora les
dedican sesudos análisis. ¿Flor de un día? Ya veremos.
¿El PP? Bah, en esto no cuenta (chorradas de Floriano, ocurrencias cursis de González Pons, pijadas
de Cospedal y exabruptos de Cañete. Nada)
¿IU? Pues pidiendo cariño por las esquinas.
¿El PSOE? Imaginen qué hubiera pasado si no pasa lo de
Andalucía: pone los pelos de punta ¿a que sí? Pues a Rubalcaba, que se va pero
poco, no lo pone nervioso nada ni siquiera, a lo que parece, el suicidio de la
organización que pilota; digo pilota, porque liderar lo que se dice liderar ya
le están diciendo dentro que no. Una lástima: la gente que no acaba de
encontrar el momento de decir adiós, suele acabar muy mal; la vida es dura qué le vamos a hacer.
El 15 M fue (es, no nos equivoquemos) un movimiento de
perfiles difusos e inequívoca contestación a la situación derivada de eso que
damos en llamar crisis y algunos denominan farsa, que ha dado lugar en España a organizaciones muy
activas entre las que destacan la PAH y que ahora alumbra Podemos. Hay más actores que no es del caso relacionar aquí; en España
y en muchos otros países. Tiren de google si les interesa el tema. El 15M nació a raíz de una manifestación celebrada el 15 de
mayo de 2011. El tiempo pasa rápido, pero tres años se me antoja un plazo suficiente para haber intentado comprender, canalizar y aprovechar toda esa energía por quienes, manteniendo la capacidad real de gobernar, cada día han recibido el testimonio de la desafección de la gente. Ahora, Valenciano dixit, toca llorar sobre la leche derramada.
Insisto, observen el panorama de hoy y saquen
conclusiones. Ah, disculpen la insistencia: Podemos
es de izquierdas, ya digo, aunque no pertenece a la aristocracia inversa y no tiene la pátina que da la historia.