domingo, 8 de mayo de 2011

"Acatamos la sentencia"

"Acatamos la sentencia" es necia frase (pues no cabe otra cosa con las sentencias que acatarlas) que escuchamos cada vez que un asunto controvertido recibe el veredicto de la Justicia. Quienes, además de acatarla, deciden ser beligerantes con su contenido pues va en contra de lo que ellos defienden, automáticamente la emprenden con quienes la emitieron. Y así hasta la náusea.
Acaba de ocurrir con el dictamen del Tribunal Constitucional a propósito de Bildu: el PP no para de decir lindezas que, francamente, no se cómo soportan sus destinatarios sin liarse a poner querellas a diestro y siniestro.
El Constitucional tira por tierra por exigua mayoría de sus miembros lo que el Supremo decidió también por una corta diferencia de votos de sus magistrados. Pero, si nos atenemos a los argumentos de las sentencias de los Altos Tribunales (es conveniente leerlas ante de ponerse a quemar herejes) lo que el Supremo maneja son indicios y lo que viene a decir el Constitucional es que los indicios, las sospechas y según qué omisiones no son suficientes para negar el ejercicio de un derecho fundamental.
Eso en cuanto a los argumentos jurídicos. Después podemos creer y dar a entender que tanto en el Supremo como en el Constitucional lo que hay son momias que obedecen a intereses bastardos, a lo cual, por cierto, ayuda que nosotros mismos los periodistas nos empeñemos en utilizar habitualmente los términos "sector progresista" y "sector conservador"  Si, como ha ocurrido en el caso del Constitucional, un magistrado del primero de estos sectores (Manuel Aragón) vota con los del segundo, se menciona de sobaquillo, no vaya a ser que, como decía el clásico, la realidad nos arruine una noticia.
Ya no va a ocurrir, pero imaginemos una divertida hipótesis: el Constitucional da la razón al Supremo (insisto, de lo que se trata es de indicios: de nuevo recomiendo leerse las sentencias, son muy cortitas y se entienden muy bien) y el asunto llega a La Corte Europea que nos da un revolcón como país y como sistema judicial ¿Alguien supone en serio que el megatribunal de Estrasburgo hubiera hecho otra cosa? Bonita situación ¿no? Claro que siempre habría quien vería en ello la larga mano de Garzón, que anda por aquellos lares, debe tener amiguetes por allá  y está revotao con los suyos.
Ya estamos en plena campaña electoral. Va a ser una campaña desenfocada, como no cabría esperar otra cosa: es demasiado grave lo que nos pasa como para que nos dediquemos a pensar solo en el alcalde de nuestro pueblo.
Pero sería bueno que algún líder con evidentes posibilidades de gobernar de aquí a un año o, tal vez  menos, coloque algún que otro bozal a alguno de los suyos (éstos sí se han leído las sentencias) Si empiezan esta campaña acusando de connivencias delictivas cometidas por altas instituciones del Estado, sin probarlas ¿qué dejarán para más adelante o para las elecciones generales?
El Constitucional ha hecho su trabajo, como lo hizo el Supremo. ¿No será mejor creer que, aunque se hubieran equivocado, el estado de derecho tiene herramientas y recursos suficientes para defenderse de quienes cometan delitos en el futuro? ¿O qué? ¿Nos echamos al monte y arrasamos con todo y  también con la institución? La gente ya tenemos bastante con nuestros problemas de cada día: esos que el Gobierno del PSOE no sabe resolver; los mismos para cuya solución el PP nos pide fe ciega. Hagan su campaña…y molesten lo menos posible.