lunes, 29 de noviembre de 2021

La Ley de Protección y Derechos de los Animales en trámite

 


Estos días circula entre distintas asociaciones y particulares relacionados con la protección animal un escrito en el que se insta al Gobierno a acelerar la tramitación parlamentaria de la llamada Ley de Protección y Derechos de los Animales. Ya les digo que, como dicta el sentido común, una Ley de esta naturaleza resulta extraña en un país en donde existe la Tauromaquia y otras formas de tortura, así como distintas modalidades de caza de la fauna salvaje a cual más edificante. Por ejemplo, el Artículo 1.3 del Borrador del Anteproyecto de Ley remite a una Ley específica sobre los Toros que es de 1991 y que considera la lidia y sus excrecencias como manifestaciones culturales genuinas. 

La verdad es que si uno se pone a espigar el texto en tramitación encuentra que será un verdadero esfuerzo para el Derecho cuadrar círculos; para muestra un botón: el apartado “j” del artículo 2 del Anteproyecto define el “bienestar animal” como “...estado físico y mental de un animal en relación con las condiciones en que vive y muere, en los términos definidos por la Organización Mundial de Sanidad Animal (OiE)” ¿Y cómo lo define la OiE? No esperen claridad porque esto es lo que dice: “el bienestar animal” designa “el estado físico y mental de un animal en relación con las condiciones en las que vive y muere” Hay que acudir al cuerpo doctrinal de esta organización para aclarar tan imprecisa definición: “Las directrices que guían a la OiE en materia de bienestar de los animales incluyen también las cinco libertades, enunciadas en 1965 y universalmente reconocidas, para describir los derechos que son responsabilidad del hombre, es decir, vivir: libre de hambre, de sed y de desnutrición; libre de temor y de angustia; libre de molestias físicas y térmicas; libre de dolor, de lesión y de enfermedad y libre de manifestar un comportamiento natural” La OiE no es una agencia de la ONU. Es una organización independiente que agrupa a 182 países y que ha sido reconocida por la Organización Mundial del Comercio (qué cosas, ¿eh?) ¿Porqué nuestros legisladores la han elegido como referencia? Para mi es un misterio y les aseguro que soy de natural preguntón. Tal vez porque no hay otra cosa mejor en eso que damos en llamar la comunidad internacional, que se va a enterar como yo averigüe cual es su Whatsap. De todos modos, ni desnucar zorros agarrándolos por la cola ni clavar arpones en el lomo de los bóvidos o untarles de pez los cuernos para alumbrar las festividades de nuestros pueblos son actividades que puedan ser interpretadas más que como lo que son: pura barbarie

https://www.mdsocialesa2030.gob.es/derechos-animales/Eventos/Anteproyecto_Ley_Proteccion_y_Derechos_de_los_Animales_220921.pdf

Los animales no son cosas ¿no?

Sea como fuere, ya me dirán qué clase de equilibrios en la cuerda floja tendrá que hacer el legislador para que la Ley salga adelante protegiendo a los animales como es su propósito acorde a las mencionadas “cinco libertades” sin abrir la puerta a la muerte súbita de la ya moribunda manifestación cultural genuina de marras o al acabamiento de la caza, esa ancestral ocupación humana tan paleolítica. El Anteproyecto ha sido elaborado por el Ministerio de Derechos Sociales y Agenda 2030 (UP) obedeciendo al Acuerdo de Gobierno de Coalición que en su Artículo 3.16 dice: “ Impulsaremos una Ley de Bienestar Animal, que garantice una relación respetuosa hacia todos los seres vivos incluyendo la revisión de la fiscalidad de los servicios veterinarios. Estudiaremos la posibilidad de establecer un delito de maltrato de animales salvajes en su medio natural y una revisión de las penas al abandono de animales domésticos, y mejoras en el control de los animales domésticos y en el control de la producción de animales de consumo” Ya les adelanto que será el enésimo motivo para que se enfrenten Unidas Podemos y el PSOE, siempre tan propenso este último a atender las distintas sensibilidades en juego y tan proclive aquélla a dejarse por el camino trámites, detalles, esquinas, matices, sobre todo en asuntos en los que, como este, hay muchas cucharas deseando entrar en el guiso.

Pero vayamos, como dice la gente seria, al contexto. El Derecho Romano distinguía entre cosas mancipables (los animales y los esclavos) y cosas inmancipables (por abreviar, las demás). Es la base del derecho de propiedad. Y así sigue en el derecho positivo europeo: los animales no son cosas pero se actúa con ellos como si lo fueran; aunque con un hallazgo reciente, que más que cambiar nada, nos convierte a parte de los europeos en inventores de categorías. En los ordenamientos jurídicos de Alemania, Austria, Suiza, Francia, Portugal y la República Checa los animales no humanos son no cosas esto es, no son personas ni cosas, aunque aún no han inventado la palabra que designe estas, tal vez, aristotélicas entelequias; bueno, sí, en Francia y Portugal, son “seres que sienten” En España, entró a trámite parlamentario a principios de octubre pasado (es de suponer que supere sin dificultad la tramitación en el Congreso enseguida) una Proposición de Ley de modificación del Código Civil para que sean considerados “seres vivos que sienten” Seguro que a los taurinos y a los cazadores les recorrió la espalda un escalofrío, tanto al menos como el que me recorre a mi cada vez que hay que demostrar obviedades: los animales sienten; tiene bemoles la cosa. Pero, aparte de estas iniciativas más o menos exóticas, es cierto que en la UE se ha legislado al respecto: la protección animal estaba ya en los Tratados Constitutivos de la Unión (concretamente en el artículo 13 del Tratado de Funcionamiento de la Unión Europea

https://www.boe.es/doue/2010/083/Z00047-00199.pdf)

Tanto la Comisión como el Consejo han emitido Directivas y establecido convenios que tratan distintos asuntos relacionados de un modo u otro con el bienestar animal. Pero la tónica general es la ambigüedad. Vean si no lo que dice el Código Penal español en su artículo 337.1 porque todo es así: “Será castigado con la pena de tres meses y un día a un año de prisión e inhabilitación especial de un año y un día a tres años para el ejercicio de profesión, oficio o comercio que tenga relación con los animales y para la tenencia de animales, el que por cualquier medio o procedimiento maltrate injustificadamente, causándole lesiones que menoscaben gravemente su salud o sometiéndole a explotación sexual...” Finalmente, lo que digan sus señorías que saben y pueden interpretar perfectamente las normas...y los adverbios como expertos lingüistas que son, del mismo modo que interpretan cabalmente las restricciones relacionadas con la Covid, como expertos epidemiólogos y técnicos en salud pública que son.

La tramitación va en tiempo...pero hay prisas

El trámite de información pública del Anteproyecto de Ley se cerró el 15 de diciembre de 2020 y el Borrador subsiguiente se presentó a principios del mes de octubre de este año. La Ley debería haber ido al Consejo de Ministros a lo largo de este mes de noviembre, pero eso no va a suceder, me temo, dentro de este 2021. Se diría que las cosas, sin embargo y en lo tocante a plazos van, más o menos, en tiempo. ¿Porqué pues ese escrito metiendo prisa al que me refiero al principio? Lo primero sería saber de dónde sale y, según a quien se pregunte, dirá que procede, así en general, de las protectoras o grupos animalistas por usar una denominación, a mi juicio, dificilmente más desafortunada. Habrá quien diga que proviene de la Dirección General para los Derechos de los Animales, dependiente a su vez de la subsecretaría de Derechos Sociales y Agenda 2030, o sea, de la ministra Belarra directamente. Por más que lo he rastreado, no se en donde se ha redactado. Por ahí por tanto, poco que rascar y, además, creo que no es un asunto relevante, la verdad.

Es que el trámite parlamentario irá más o menos rápido pero quienes no descansan son los sectores que desean ver naufragar la norma. El primero, el taurino, aunque como ya he apuntado está destinado a su desaparición se pongan como se pongan y hagan el ruido que hagan que es mucho. Y no tanto porque acabe muriendo como tantas manifestaciones culturales (en el sentido antropológico del término) que eso lleva tiempo, sino porque todas las formas de tortura relacionadas con el toro bravo están fuertemente subvencionadas y eso es insostenible a medio plazo; el Parlamento Europeo ya rechazó en octubre pasado estas ayudas a "las cabezas de ganado cuyo destino final sea la venta para actividades relacionadas con la tauromaquia, ya sean vendidas directamente o a través de intermediarios" Ni siquiera creo que en términos electorales represente gran cosa; sí, el PP y VOX se manifiestan siempre a favor del mantenimiento de lo que ellos llaman La Fiesta Nacional y el PSOE suele mirar para otro lado, pero si mañana dejaran de celebrarse esta clase de espectáculos bárbaros, la parroquia tardaría muy poco en dejar de echarlos de menos; ya lo hemos visto en Cataluña o en Euskadi, sin contar con que hay amplias áreas en España, como Galicia, Asturias, Cantabria... en donde no hay tradición alguna. Por lo demás, el 0,16 por ciento del PIB, que es lo que representa la actividad de los toros bravos, no parece que hable de un sector motor de nuestra economía.

La caza y la ganadería son otra cosa.

En lo que respecta a la actividad cinegética, la nueva Ley solo menciona para prohibirlo el tiro de pichón y el uso de aves canoras como reclamo. Y en lo que hace a la ganadería, el Gobierno, a través del director general de Derechos de los Animales, Sergio García, ya aclaró en julio de 2020 al sector que la futura Ley de Bienestar y Protección Animal, ...”que ha creado -dijo- mucha preocupación al hablar de los derechos de los animales, que “...esta medida se referirá solo a los animales de compañía (para el director general las rehalas de perros son eso, de compañía) y no a la ganadería” Y entonces ¿porqué la actividad tras las bambalinas del lobby de los cazadores y la potente industria cárnica, especialmente la que se basa en la ganadería intensiva, es tan frenética si se les trata con guante blanco? Pues porque ven, como ve cualquiera, que una Ley ambiciosa sería un paraguas para quien quiera denunciar, aquí o en Estrasburgo, las condiciones espeluznantes de los mataderos, las monterías, el hacinamiento de los animales en las granjas, la invasión de los escopeteros en las fincas no valladas, etc,etc, estén previstas de modo explicito o no tales conductas en la nueva norma, de modo que tratan de vaciarla de contenido como sea. Para los taurinos, los ganaderos y los cazadores, la mejor Ley es ninguna. Y lo demás son zarandajas

¿Y porqué los llamados animalistas se movilizan? Pues porque el ministro Planas no les recibe ni les contesta las cartas que le mandan y más de una vez ha puesto ojitos a cazadores y ganaderos.

lunes, 22 de noviembre de 2021

La Justicia prolonga el calvario de los niños abusados sexualmente

 


Seguro que se acuerdan de cuando teníamos fe en la Justicia hasta el punto de creer que, aunque lenta, estábamos a salvo de los desmanes de los políticos irresponsables y corruptos y de los sinvergüenzas en general. No hace tanto. Luego supimos que, al margen de nuestra democrática ingenuidad, estábamos muy desinformados, a veces por propia dejadez, en parte por ser objeto de manipulación de no pocos medios de comunicación... o lo que sean. Hoy ya sabemos que si la manzana puede ser aprovechada por este lado a pesar de que obviamente está pasada por este otro, eso no hace que la fruta esté medio sana; por el contrario, ya está ganada por la gusanera; es cuestión de tiempo y, a veces de las condiciones ambientales, que vaya a más. Si el Tribunal Supremo o el Constitucional, o algunos jueces emiten sentencias obedeciendo a intereses que no son la estricta y honesta interpretación de las leyes, eso es un síntoma inequívoco de que el sistema judicial está podrido.

Pero más allá del lawfare (hay quien lo ha definido como “el nuevo golpismo”) sucede que la estructura de la administración de Justicia en España hace aguas en lo que respeta, por ejemplo, a la libertad de expresión, la violencia machista o la ejecución de las sentencias por impagos relacionados con la vivienda sin que parezca importar nada a esos jueces (o quizás, sí les importa: vean la extraordinaria serie de Movistar+ “Antidisturbios”) que haya o no alternativa habitacional para quien es lanzado de su casa sin contemplaciones. A mi juicio, esas disfunciones que acabo de mencionar, tienen un origen a todas luces ideológico o se explican meramente por la corrupción. Pero hay otros problemas que devalúan gravemente la administración de justicia y proceden más bien de la apatía, de la falta de cuidado, de la negligencia o, lo que es peor, del alejamiento que el aparato judicial muestra respeto a los ciudadanos objeto del Derecho. Tal vez lo que más degrada sea precisamente esto último, la abulia cuando se trata de personas especialmente vulnerables. Es el caso que ya les cuento.

La Justicia desatiende a los menores

He esperado deliberadamente unos días hasta ver la cobertura que los medios de comunicación han dedicado a un estudio realizado por Save the Children sobre el tratamiento que la Justicia española dispensa a los abusos sexuales contra los niños, presentado en rueda de prensa la semana pasada. Ya les digo que no se molesten en buscar porque tal cobertura se limita a algún suelto en prensa y unos segundos en radio o televisión seguidos de imágenes del volcán de La Palma, de los descerebrados que reivindican su derecho a contagiar y contagiarnos la Covid y el careto de un especímen, admirador de Pinochet, que va disparado en las elecciones de Chile, que tiene narices la cosa...y tertulias, muchas tertulias como un circo de múltiples pistas. El Informe tiene tan solo 12 páginas y lo pueden encontrar en https://www.savethechildren.es/ Contiene análisis del tipo de denuncia, del carácter de esta clase de violencia, etc, pormenores sobre los que en esta oportunidad no me voy a detener.

Es el caso que la ONG, con el apoyo de la Clínica Jurídica de la Facultad de Derecho, Campus Tarongers de la Universitat de València, ha estudiado 394 sentencias dictadas en casos de abusos sexuales cometidos hacia la infancia entre 2019 y 2020 y el desarrollo de los procesos de los que son colofón.

Cuando se detecta un caso de abuso sexual, se inicia un proceso judicial muy doloroso para la víctima. Comienza un proceloso camino que dura al menos dos años -los hay que se alargan hasta los cinco- y comporta, por ejemplo, múltiples declaraciones ante diversos actores. Los niños y niñas declaran de media cuatro veces lo que les ha ocurrido y esto significa, obviamente, que cuentan su historia a distintos profesionales. Reviven por tanto el abuso y, además -son niños, no lo olvidemos- no es improbable que la credibilidad del testimonio resulte perjudicada por eventuales contradicciones. El proceso suele empezar en dependencias policiales o de la Guardia Civil, continúa con pruebas periciales y una intervención ante la Fiscalía, y luego el juicio; como se comprenderá fácilmente no son escenarios precisamente amables por más que los interlocutores de los pequeños se esfuercen (a veces) en serlo. La asistencia del menor a juicio podría evitarse si los testimonios se grabaran, pero en un 77,3 por ciento de los casos no se hace; ¿porqué? Ya les dije que la cosa iba de abulia y desinterés. Save the Children considera que el Modelo Barnahus (Casa de los Niños), ideado por Bragi Gudbrandsson y aplicado en su país, Islandia (no desesperen, en Vitoria Gasteiz se está estudiando su implantación) es un extraordinario avance: se trata de un espacio amigable para la infancia en el que están integrados los servicios sociales, sanitarios, educativos, policiales y judiciales para atender desde lo social y lo judicial a los niños y las niñas víctimas de violencia sexual en un mismo lugar.

El problema no se resuelve naturalmente con la creación de espacios físicos adecuados. Hace falta formación y la ONG afirma que la mayoría de los profesionales del ámbito de la Justicia todavía no han recibido entrenamiento especializado en derechos de infancia y en violencia contra los niños y las niñas: “Aún estamos muy lejos de la especialización de los y las profesionales del ámbito de la Justicia que intervienen en las decisiones que afectan a la infancia: judicatura, abogacía, fiscalía, medicina y psicología forense, entre otras. Es necesaria la formación específica y adaptada tanto de estos profesionales como de aquellos que intervienen durante todo el proceso (psicología forense, medicina forense, fiscalía, cuerpos y fuerzas de seguridad, etc.)”

Hay movimiento pero no es en la Judicatura

La situación es la descrita por Save The Children, pero no todo son malas noticias: en junio de este año se aprobó la Ley Orgánica 8/2021 de Protección Integral a la Infancia y Adolescencia frente a la Violencia (LOPIVI). En ella se determina que el Gobierno debe elaborar un Proyecto de Ley para la especialización “de los órganos judiciales y sus titulares, en la instrucción y enjuiciamiento de las causas penales por delitos cometidos contra personas menores de edad” Veremos, pero hay muchas voces que advierten sobre que la prioridad ha de ser prevenir sobre todo la victimización secundaria. Solo que tales voces proceden de los ámbitos de la asistencia social y para nada de la Judicatura; he buscado pronunciamientos del Consejo General del Poder Judicial y de las asociaciones de jueces al respecto sin suerte. Urge sinembargo, porque el problema es de una gravedad extraordinaria: las cifras oficiales hablan de más de 5.800 denuncias en 2020 (Ministerio del Interior) pero cualquiera que trabaje en este terreno (Defensor del Menor, UNICEF, Observatorios, etc) baraja estimaciones que consideran ese dato apenas la punta del iceberg puesto que las denuncias no son mucho más que el 10 por ciento de los casos reales. Es un drama oculto que sucede a menudo en el ámbito doméstico y no entiende de clases sociales. Y, lo que es peor, ha crecido significativamente en España en la última década.

jueves, 18 de noviembre de 2021

La Filosofía también es un arma cargada de futuro con que te apunto al pecho


La Filosofía es la responsable de todos los hallazgos de la Revolución francesa según dejó dicho Hegel. Y ¿debemos creer a Hegel? Ayer en un acto de la Universidad Complutense de Madrid me reía porque el profesor Carlos Fernández Líria afirmó que “si lo dijo Hegel, punto redondo”

Pero aparte las risas, recordemos, por ejemplo, otros argumentos de autoridad: Bruno Bauer (1809-1882) que fue profesor de un joven Marx, hablaba de la naturaleza jacobina del pensamiento de Hegel e incluso hacía chistes sobre los heglerianos, asegurando que, más que alemanes, eran revolucionarios franceses. Nietzsche pensaba, y así lo escribió en varias ocasiones, que Hegel era el representante más fiel en el campo filosófico de la Revolución Francesa; decía que había “tanto esprit francés en Hegel que era difícil definirlo como un verdadero alemán”

No le demos más vueltas, yo sí creo a Georg Wilhelm Friedrich Hegel; me basta con saber que es suya la siguiente frase que es en sí misma una explicación y un propósito: “La historia es el progreso de la conciencia de la libertad” (Lecciones sobre la Filosofía de la Historia Universal, 1830; Alianza Ensayo tiene una edición muy cuidadapero si, además, tipos más listos que yo lo dicen, santa palabra: es la Filosofía (no la Ciencia, ni la Teología y, por supuesto, no la Economía) la responsable de algo que empieza con la toma de la Bastilla y se mantiene y se engrosa con hallazgos en el tiempo hasta impregnar nuestra vida cotidiana. ¿Cuales son tales hallazgos? No hará falta que los enumere supongo -aunque en estos tiempos de involución cualquiera sabe- bastará con recordar la separación de poderes o eso que damos en llamar el estado de derecho o las libertades ciudadanas, o los derechos ciudadanos; sí, también la propiedad privada y la iniciativa individual; sí, también eso que en la era de la especialización (“pompas de mierda” decía Francis Picabía con cruel sarcasmo que son los especialistas y los profesionales) resulta para no pocos una cosa rancia: los saberes enciclopédicos.

¿Que a qué viene este exordio?¿A que hoy es el tercer jueves del mes de noviembre y, por tanto, según Naciones Unidas, el Día Mundial de la Filosofía? Pues sí, pero ya verán que hay algo más y es cercano, concreto.

A mi lo de celebrar el día mundial de esto y de lo otro, la verdad es que no me motiva demasiado pero viene al caso que les diga, por si no lo saben, que la Unesco decidió marcar esta efemérides por algunas razones que merece la pena recordar. En la documentación elaborada al efecto por la Agencia en 2005 se dice: “Muchos pensadores afirman que el ‘asombro’ es la raíz de la Filosofía. De hecho, la Filosofía proviene de la tendencia natural de los seres humanos de sentirse asombrados por sí mismos y por el mundo que les rodea. La Filosofía nos enseña a reflexionar sobre la reflexión misma, a cuestionar continuamente verdades ya establecidas, a verificar hipótesis y a encontrar conclusiones. Durante siglos, en todas las culturas, la Filosofía ha dado a luz conceptos, ideas y análisis que han sentado las bases del pensamiento crítico, independiente y creativo” Para 2021 la Unesco propuso abrir “el debate sobre las diferentes interacciones de los seres humanos con su entorno social, cultural, geográfico y político, con el objetivo subyacente de comprender mejor la contribución de la filosofía en unas sociedades contemporáneas que se enfrentan a serios desafíos. Más concretamente, el desafío de la pandemia. La filosofía, y más aún la filosofía intercultural, se preocupa por el contexto y, por tanto, en su esencia misma, de la transformación de la sociedad”

Si a ustedes les parece que las anteriores alusiones tienen un cierto aroma rancio, ahí va lo más de lo más, las cosas que dice el Marc Márquez del pensamiento, Markus Gabriel, el chico de moda de la Filosofía mundial, autor de “Ética para tiempos oscuros. Valores universales para el siglo XXI” (Traficantes de Suelos 2021Estuvo en la Fundación Juan March (El suplemento El Cultural hizo una buena crónica de su intervención que les recomiendo: https://elcultural.com/markus-gabriel-el-trato-que-recibe-la-filosofia-en-espana-es-un-crimen-contra-la-humanidad) a principios de este mes y nos previno de que "la humanidad entera está viviendo una situación extremadamente filosófica, pues nos encontramos en crisis a varios niveles. La pandemia, la crisis climática, la crisis geopolítica en Occidente, la crisis del humanismo frente a la inteligencia artificial, la crisis del saber, la de la esfera pública…” Retos inmensos que en España, dice Gabriel, no nos estamos tomando en serio hasta el punto de que “...la Ley de Educación arrincona y desprecia la Filosofía y el resto de las Humanidades. Lo que me han contado que ocurre en España con la Filosofía en el mundo educativo es simple y llanamente un crimen contra la humanidad. Y estoy hablando en serio” Toma y toma.

Pero ¿a qué todo este alboroto sobre un problema cardinal que en realidad no existe puesto que las televisiones no se ocupan de ello? No me imagino yo a Antonio García Ferreras cerrando su circense magazin diario cambiando su carismático “más periodismo” por “más Filosofía, seguimos, resistimos” para dar paso al Informativo de mediodía ¿Qué es lo que tiene encampanados a los filósofos españoles (a los que están conservados en formol, no) entonces, tanto que ya anuncian movilizaciones -sí, los filósofos también saldrán a la calle tras una pancarta- para el mes que viene? Pues la, a su juicio, escasa presencia de la asignatura de Filosofía en el currículo que prepara el Ministerio de Educación para la Educación Secundaria Obligatoria en desarrollo de la Ley Orgánica de Modificación de la LOE, la LOMLOE o Ley Celaá. Aclarar, aunque es solo una cuestión formal, que la norma no sustituye a la Ley Wert ya que no hace falta porque esta quedó paralizada en su desarrollo por el adelanto electoral de 2018; es por tanto modificación de la Ley Orgánica de Educación de 2006.

En honor a la verdad, en la Proposición no de Ley de 2018 que está en el origen de la LOMLOE, los partidos que apoyan al Gobierno acordaron que en el desarrollo de la futura Ley Orgánica habría un ciclo completo de Filosofía en la ESO y en Bachillerato. Ahora tal tratamiento desaparece en la Secundaria. Como este asunto parece que interesa a poca gente, no se habla del malestar (otro más) de UP en el seno del Gobierno, pero haberlo, lo hay. Al acto En Defensa de la Filosofía de la Complutense que mencioné al principio estaban invitados representantes de todos los partidos políticos; solo estuvieron los de Unidas Podemos y Más País.

La propuesta de curriculum del Ministerio incluye Historia de la Filosofía en 2º de Bachillerato como obligatoria, pero propone Filosofía en 4º de la ESO como optativa si es que cada Comunidad Autónoma decide que lo sea (si no, no la hay, es su prerrogativa) y una asignatura nueva que se llama “Valores Cívicos y éticos” en la que algunos ven un remedo de sobaquillo de la desafortunada Educación para la Ciudadanía. Que no es que no sea necesario enseñar en valores ciudadanos, dicen los profesores con los que he hablado, “pero sin hacer trampas y sin rebajar la entidad de la Ética, Filosofía finalmente”. Dicen estos profesores que casa muy mal el hecho de que en la propia Ley Orgánica se mencione en varias ocasiones la necesidad de fomentar la reflexión y el espíritu crítico y luego se devalúen las herramientas que sirven para eso, precisamente cuando los chicos y chicas tienen 16 años, el momento clave para que tomen conciencia y aprendan qué es ser un ciudadano responsable; temen que si esas personas no continúan sus estudios en el Bachillerato, ya no tendrán posibilidad de formarse como tales ciudadanos.

Hay quien, incluso, más que incompetencia, ve fantasmas que tal vez no lo sean tanto. Hay quien, a sabiendas de que el tiempo dedicado a formar y formarse es limitado, si se produce una descompensación en la adquisición de conocimientos, eso es así porque obedece a razones ideológicas. ¿Qué quiere decir que se dediquen, por ejemplo, más horas lectivas al emprendimiento que a la capacidad de discernir la moralidad o no de algunas prácticas empresariales? El profesor Fernández Liria lo dijo ayer con gracia malvada: ¿Qué es un emprendedor sino un obrero en pelotas, sin sindicatos, sin protección social...? No hubo nadie para desmentir todo esto porque, como ya dije, los políticos salvo dos no estuvieron en la Facultad ayer. No se extrañen, comentó alguien, la Filosofía les parece algo inútil y es paradógico, porque negar su utilidad, ya es en sí mismo una filosofía.

Doctores tiene la Iglesia. Por eso me abstendré de opinar sobre todo esto, salvo para decir que el problema no es baladí. A ustedes, lectores, les corresponde tomar posición sobre este problema aunque apenas lo vean reflejado en los medios de comunicación; les concierne, ya lo creo que les concierne, a ustedes y a sus hijos. Tal vez nos ayude a todos a la hora de comprender la dimensión del problema algo muy simple como suelen ser las grandes aportaciones del pensamiento. En el acto de ayer estaba Adela Cortina, esa mujer menuda a la que tanto admito. Ella tuvo una breve intervención brillante como todas las suyas, para decir que a lo largo de su ya larga vida ha visto cómo la Filosofía entra y sale del curriculum y siempre se ha preguntado porqué; tal vez sea -dejó caer como quien no quiere la cosa- que la Filosofía sirve, precisamente para estar preguntando y preguntándose siempre porqué.


domingo, 14 de noviembre de 2021

Polonia-Bielorrusia, amenaza híbrida


Antes de la Covid19 solía apuntarme a algún curso. En 2018 me llamó la atención uno de la Universidad de Verano de la Complutense de Madrid titulado
“La amenaza híbrida” algo de lo que hasta entonces no había oído hablar. Como el tema parecía atractivo y el curso se impartía en el Colegio María Cristina de San Lorenzo de El Escorial, un lugar verdaderamente hermoso, me vine de mi paraíso asturiano al horno que aquel mes de Julio era Madrid. Los ponentes eran militares participantes en misiones internacionales, expertos en ciberseguridad, analistas del Centro Superior de Estudios de la Defensa y del Instituto Español de Estudios Estratégicos. También dictó una ponencia Iñaki Gabilondo y participó en una mesa redonda otro periodista, Alfonso Merlos. Los asistentes al curso, eran sobre todo militares y guardias civiles de alta graduación, ¿Periodistas o profesionales de la comunicación entre el público? Sí, uno, yo.

La amenaza híbrida es un término que engloba todo tipo de actuaciones coordinadas para influir en la toma de decisiones de los Estados, haciendo uso de medios políticos, económicos, militares, civiles y de la información. Estas acciones pueden ser realizadas tanto por actores del propio estado como por agentes extranjeros. El concepto comenzó a utilizarse entre los especialistas, sobre todo de la Defensa, tras el choque entre Israel y Hezbolá en 2006, según explica el profesor Colom Piella en su ensayo “El conflicto en el siglo XXI. La amenaza híbrida: mitos, leyendas y realidades” para designar “la integración de tácticas, técnicas y procedimientos no convencionales e irregulares, mezclados con actos terroristas, propaganda y conexiones con el crimen organizado”

Durante los tres días en San Lorenzo de El Escorial, se habló de ciberataques y de estrategia militar, pero también de ética de los medios de comunicación, de postverdad, de disrrupción y desinformación, de redes sociales, de intromisión en procesos electorales, bien violentando el voto electrónico o tratando de hacerlo con la voluntad de los electores mediante la difusión de bulos, etc.

En la pausa de la mañana del primer día, paseando por el espléndido jardín del Colegio María Cristina, pregunté al director del curso, el general de brigada Miguel Ángel Ballesteros, la razón de que el asunto suscitara tan poco interés entre los comunicadores y, tan sorprendido como yo, no supo responderme.

Sigo sin tener respuesta. Aunque, vista la penosa involución de la comunicación periodística, explicación puede que haya. La amenaza híbrida es algo que acontece en lo que se ha dado en llamar la “zona gris” Si se ponen a buscar definiciones se volverán tarumbas porque conspicuos analistas llevan dándole vueltas desde hace tiempo ya. No se devanen los sesos, el gris es lo que dice la obviedad que es: lo que está entre el blanco y el negro, es decir, lo que resulta ambiguo, lo que no tiene una explicación sencilla. No es, claro está, un espacio físico.

Si echan cuenta de tantos y tantos profesionales del periodismo, especialmente en radio y televisión, que todo el rato están pidiendo “titulares” o respuestas de sí o no, a expertos, comentaristas, corresponsales sobre el terreno, etc, se harán ya una idea de porqué digo que tal vez haya una explicación. Pero por poner un anclaje que un sociólogo llamaría técnico: dado que el concepto de “zona gris” se origina en el ámbito de los conflictos entre los estados (también dentro de los estados puede darse) la zona blanca sería el ámbito geopolítico en el que se desarrolla, por ejemplo, la diplomacia, y la zona negra, el desarrollo de la guerra convencional en ese mismo espacio, así es que la gris no es ni lo uno ni lo otro. Por poner un ejemplo de este tiempo: la actual presión migratoria sobre Polonia (frontera Este de la UE) desde Bielorrusia, o la entrada masiva de menores (8.000 en solo dos días) el pasado mes de mayo por Ceuta (Frontera Sur de la UE) desde Marruecos, ocurren en la zona gris y ambas son instrumentos de la amenaza híbrida. No hay una acción beligerante que pueda merecer una respuesta armada contundente, ni siquiera una réplica diplomática airada, pero sí hay una agresión; en los dos ejemplos que he puesto tal ataque es a la UE y ambos agresores dicen tener sus motivos, pero sobre todo tienen cierta capacidad de presión, ya sea el suministro de gas a Europa o intereses por zonas en conflicto (el Sáhara Occidental)

Hay dos artículos hoy en El País que les recomiendo porque ayudan a entender un asunto tan poliédrico. El primero (https://elpais.com/internacional/2021-11-14/el-ataque-bielorruso-marca-el-camino-de-los-conflictos-del-siglo-xxi.html) lo firma Andrea Rizzi y en él indica cómo son la Inmigración, la Información, la Educación, el Sabotaje y los Recursos Estratégicos (el gas, por ejemplo, como acabo de comentar) los ámbitos principales -no los únicos- en donde se hace sustantiva la amenaza híbrida; parafraseando a terceros que no cita, Rizzi los llama “armas de perturbación masiva en un espacio que vuela las dicotomías clásicas del pensamiento occidental: guerra o paz, legal o ilegal, militar o civil, público o privado...” La respuesta a estos desafíos, dice Rizzi, está en estudio en Bruselas, pero “la tarea no es fácil y los enemigos confían en que no logren cuadrar el círculo entre seguridad y principios” A mi juicio van perdiendo los buenos y si no ya me dirán cómo se puede entender que el presidente del Consejo Europeo, Charles Michel (sí, el que se quedó a verlas venir ante la ofensa protocolaria de Erdogan a Úrsula Von der Layen, ya se acuerdan) no descarte de plano la idea de construir un muro en la frontera entre Polonia y Bielorrusia...”pero con puertas” ha dicho haciendo alarde de la -con perdón- tontuna tan belga.

El segundo artículo que les recomiendo (https://elpais.com/ideas/2021-11-11/cielos-una-agresion-hibrida.html) también está en El País de hoy, en el Suplemento Ideas. Es de Íñigo Domínguez y se titula “Cielos, una agresión híbrida” Tiene un sentido del humor que puede resultar algo cargante para quienes piensan que es preferible no bromear con según que cosas; seguro que son los mismos que difunden relatos lineales y esquemáticos sobre lo que está sucediendo en la frontera Este de Europa. A mi hay una idea que me parece fundamental. Escribe Domiguez “...una muchedumbre de temibles adultos y niños muertos de hambre y frio. La UE se ha inventado un concepto encantador: no es gente pobre, eso obligaría a alguna reacción humana, no, son una amenaza híbrida y forman parte de un plan aunque sea como instrumentos...esas personas ya no se sabe bien si son una especie de torpedos humanos o extras a la fuerza de un reality...están siendo utilizados por un señor bigotudo…pero, ¿acaso esperaban algo bueno de un deleznable dictador..?” Es que “denunciar que Bielorrusia pisotea los derechos humanos y que luego Polonia (UE) se pase por el forro la Convención de Ginebra cazando inmigrantes por el bosque para echarlos del país, queda un poco raro”

En aquel tórrido mes de julio de 2018 yo estaba un tanto perplejo por las cosas que escuchaba de aquellos especialistas, francamente todo me sonaba a la invasión de los cuerpos, el abrazo del oso ruso y el peligro amarillo; téngase en cuenta que aquel ambiente de estrellas y galones acojonaba un poco, la verdad. Luego vino Trump, la gestión del miedo en la Sindemia y ahora Ayuso, por citar solo tres amenazas híbridas evidentes en mi corto juicio, y empecé a comprender. Poca broma. Si el virus no nos pone de nuevo ante el espejo de nuestra estupidez, recomendaría a quienes organizaron aquel curso que lo repitan; yo volvería y estoy seguro de que ahora habría periodistas, por lo menos Rizzi y Domínguez seguro que se apuntan y puede que alguno más de televisión deseosos de entender la realidad sobre la que desinforman con tanto desparpajo.