martes, 29 de enero de 2013

Politicos, sindicatos y hasta el lucero del alba están preocupados por los jóvenes


 
El jueves pasado recibimos el mazazo de la última EPA: 6 millones de desempleados, dato que viene acompañado de detalles a cual más catastrófico en relación con los hogares en los que nadie ingresa nada, con el paro juvenil, etc,  amén de una serie de análisis y expectativas que nos ponen mirando al horizonte de los 7 millones de parados antes de que acabe este 2013, antes de que acabe con nosotros querrán decir, supongo, los analistas.

En eso andábamos, cuando este lunes la Confederación Europea de Sindicatos (CES) ha celebrado  una cumbre cuyo objetivo era “plantear alternativas en la lucha contra el desempleo”. Como exige tan magno acontecimiento, a la Cumbre han asistido junto a los capos, Cándido Méndez e Ignacio Fernández Toxo, los ministros españoles De Guindos y Báñez, el presidente del Parlamento Europeo, Martin Schulz, y el vicepresidente de la Comisión Europea Olli Rhen.  Todo un despliegue como ven…para casi nada. Pero vayamos por partes.

Que Méndez diagnostique “"El expolio de derechos fundamentales y la impunidad de la ideología nos han traído a esta situación" es algo ya sabido que, por lo demás, no se compadece con el lema de la Cumbre (“Celebrando el pasado, mirando hacia el futuro”) salvo que debamos ponernos nostálgicos con el bienestar perdido y nos sacudamos la melancolía mirando al futuro sí, pero con ira...en las dos direcciones.

Toxo, que ha ejercido de anfitrión (es a la sazón presidente de la CES) tampoco ha echado mano de sus mejores ocurrencias: que las medidas que se tomen en España y en Europa han de tener el correspondiente respaldo económico y que, pobretico, "la patronal debe de asumir un compromiso de contratación de jóvenes, pero sin usar modalidades precarias de contratación"

Guindos pasaba por allí para acompañar a Rehn. Nada que reseñar, que cumpliremos con el déficit y tal y cual y pascual y bla,bla,bla.

¿Olli Rehn? Pues, al tiempo que considera imprescindible el diálogo social “tanto en las estructuras de la Unión Europea (UE) como en cada país miembro”, está preocupado al parecer por la necesidad de “recuperar la competitividad perdida frente a las economías emergentes”. Para el vicepresidente En este sentido, ha subrayado que las reformas sobre todo del mercado laboral son “los mejores cimientos para el crecimiento y la creación de empleo”. Date por jodido, trabajador europeo o emigrante si lo hubiere, quiere decir todo eso en cristiano.

El otro gran personaje europeo presente en la reunión es más amigo de los curritos, claro, como es socialdemócrata aunque sea alemán… Martin Schulz, presidente del Parlamento Europeo nos ha recordado que el Consejo de la UE empieza a negociar la semana que viene el marco presupuestario para los próximos siete años y la Eurocámara, asegura Schulz va a batirse el cobre por un proyecto ambicioso con un buen reparto de los fondos de cohesión: para el desarrollo regional, las infraestructuras, la investigación, la educación, las nuevas tecnologías y para la cooperación internacional y eso, cree el presidente que podría generar “un enorme crecimiento en las riberas norte y sur de la cuenca mediterránea”.
Eso, en general, pero Schulz también está el hombre muy preocupado por los jóvenes en particular y cree que hay que ayudarles “…a través de la financiación pública” Y se pone hasta tierno: “Como padres, si un gobierno nos dice que el sacrificio que nos están pidiendo va a redundar en beneficio de los hijos el día de mañana, estaremos dispuestos a hacerlo; haremos incluso más esfuerzos y hasta pagaremos un poco más, siempre y cuando eso signifique que va a haber un futuro para nuestros hijos. Además, si generamos empleo juvenil ello dará lugar al boom económico que hace falta. Hay que invertir en los jóvenes” Buen tipo Schulz, creo.

Es digna de mención la participación en la Cumbre de los sindicatos alemanes, sobre todo porque advierte de los riegos de seguir con el bolo colgando y pone sobre la mesa una propuesta concreta, lo que se ha dado en llamar un nuevo Plan Marshall.  Se proyecta a diez años vista y para el conjunto de los 27 miembros de la Unión. Se trata de crear un “Fondo para el Futuro de Europa” con suficiente capital propio desde el momento de su creación, de forma que pueda financiar inversiones de distintos tipos en todo el continente.
En el plan se propone un programa de inversiones (260.000 millones anuales, aproximadamente el 2% del PIB europeo) para estimular la economía continental. El documento presentado reclama “inversiones en industria y servicios sostenibles, en educación y formación, en investigación y desarrollo, en la eficiencia de las administraciones públicas y en la adecuada participación de todos los grupos sociales en un futuro mejor”

“Estamos viendo que la democracia está en peligro -denuncia el presidente de la poderosa Confederación de Sindicatos Alemanes (DGB) Michael Sommer.  “Si no resolvemos pronto la crisis –sigue Sommer- la respuesta puede ser muy peligrosa… y no conviene olvidar que las crisis provocan sistemas totalitarios” Asegura que el Plan “No es una propuesta alemana. Queremos que sea una propuesta de todos porque la situación está llegando a un límite más que preocupante. Que un país como España tenga a la mitad de sus jóvenes en paro es algo intolerable”. Como leen, queridos lectores además de otras consideraciones sin duda de interés, Sommer también está especialmente preocupado por los jóvenes.

Como lo está el PSOE y, al frente, Alfredo Pérez Rubalcaba que también en estos días y aprovechando que el Pisuerga pasa por Valladolid, ha presentado su “Propuesta para un acuerdo político y social frente al desempleo masivo” un documento interesante que también dedica mucha atención a los jóvenes y del que tendremos ocasión de hablar. La ministra de des-Empleo, Fátima Báñez, con su habitual sentido de Estrado, ha acogido con una especie de bueno, sí, pues si quieren colaborar que aplaudan las medidas del Gobierno, no incordien y eso, osá.

Con todo, no sorprende la displicencia de Báñez que profesa un odio africano a la bancada socialista del Congreso, ya sea en Pleno o en Comisión, porque siempre que se enfrenta pierde por goleada. Y, además, a ella le van a contar milongas, a ella le van a hablar de preocupación por la juventud, ella que según anda diciendo por los salones, extenderá “una alfombra roja a los emprendedores” y pondrá a disposición de los chavales y chavalas (los que no se larguen se entiende) una “tarifa plana” (¿?) al reducir un rato la cuota de autónomos, de 250 a 180 euros actuales –según la edad- a 50.  Pedazo de propuesta para toda una Cumbre europea y original modo de explicarla, con el lenguaje del pueblo, ya saben.

El domingo uno de los columnistas de opinión, para mi gusto más moderados y sensatos que tiene este país nuestro, Joaquín Estefanía, escribía en el diario El país lo que sigue: “Lo peor de todo es la parálisis del Gobierno de Rajoy, su ausencia de reacción. Su abulia. Laissez faire, laissez passer. No hay plan de choque alguno. No hay Gobierno: sólo esperar a una incierta reactivación, de la que se reconoce que, en caso de llegar, tardará mucho tiempo en crear empleo. Este es el verdadero factor diferencial de la economía española. La conferencia de prensa de la ministra de Empleo, Fátima Báñez, a la salida del último Consejo de Ministros, es la manifestación de la estulticia”

Estefanía es un tipo cultivado y respetuoso que dice  ”estulticia” y, por tanto, se nota que ha leído a Erasmo: Su “Elogio de la estulticia” se tradujo al español por “Elogio de la Locura” en un ejercicio de escaso respeto a quienes padecen enfermedades mentales sobre todo porque, según la RAE, estulticia, no es otra cosa que tontería, bobada. Pues eso.

No se trata de un estudio sociológico, solo una pesquisa de andar por casa: ayer pregunté a la gente joven del barrio, a unos cuantos, aquí y allá, si son conscientes de que hubiera tanta gente sinceramente preocupada por su futuro. Me miraron como si fuera marciano y en cuanto me di la vuelta se pusieron a cuchichear.