miércoles, 24 de febrero de 2016

La sonrisa de Hernando



Largo día el de ayer en el que sólo un instante se le congeló la sonrisa al jefe de los negociadores del PSOE: el momento en el que Iñigo Errejón anunciaba que, en lo que a Podemos respecta, asistiremos a una investidura fallida y al canto del cisne del PSOE (esto último lo digo yo…y no sólo yo). Pero la ira mal disimulada volvió a dibujarla en su cara rápidamente para informarnos de que si el día 5 de marzo Podemos vota como el PP en realidad está votando con el PP, o sea “no”; nivelazo, la pinza vamos, por más que, de lograr Ciudadanos lo que pretende (lo dijo ayer Rivera) esto es “incorporar” al PP (por activa o por pasiva, ya saben) eso le va a parecer al partido de Sánchez en su agonía más tenaza que pinza.

Las redes sociales son a veces un termómetro. Ayer, tras la pantomima ridícula que escenificaba el acuerdo como si el PSOE y Ciudadanos acabaran de firmar la mundial más la presunta rueda de prensa de Rivera y de Sánchez en la que éste ya les dijo a los periodistas sobre qué debían preguntar, se produjo un silencio espeso en el ciberespacio. ¿Perplejidad? Tal vez contribuyó al shock inicial el anuncio casi simultáneo de la pregunta que la Ejecutiva socialista formulará a los militantes, una cosa de si se está de acuerdo en erradicar la enfermedad en África central o en que las ranas deben seguir siendo calvas. Al poco, Pérez Tapias tuiteaba que la tal pregunta es un insulto a la inteligencia. Y a no tardar, las redes eran un hervidero que aún hoy crepita de indignación y anuncia lo peor para el partido de los 130 años de historia.
Mira que estoy cansado de tanto inútil incapaz de cumplir con el encargo que les hicimos el 20 de diciembre; pues, a pesar de eso, casi preferiría ir a nuevas elecciones ya. Mejor eso que asistir al espectáculo de frustración y mentiras que se representará el día 5 ¿o dará Sánchez la espantada como hizo Rajoy y le dirá al Rey que verdes las han segado en vista de que se han puesto de acuerdo la derechona y los ciberleninistas para evitar que triunfe el centro impoluto...progresista y reformista y tal y cual y pascual? ¿O tomará las de Villadiego arreando melodías no vaya a ser que Rivera consiga la abstención del PP y ni te cuento lo va a durar el PSOE sobre la capa de la tierra?

Con perdón, solo las personas muy animosas o los tontos sonríen siempre…o quienes quedan congelados en un enigma inescrutable como Mona Lisa.

lunes, 22 de febrero de 2016

'Fashion Victims' y responsabilidad social

 
El programa del domingo de Salvados en La Sexta fue, como siempre, un ejemplo de buen periodismo: contó una historia de permanente actualidad, fue crítico con el estatus quo y ha provocado reacciones en la audiencia. Fashion Victims es la misma historia que ya contó en 1999 Naomí Klein en su obra No Logo: el poder de las marcas -de obligada lectura cuando uno se acerca a este asunto- aunque con referencias más detalladas a marcas españolas como Inditex, Zara, Mango, etc.

Para quien no viera este reportaje: en Fashion Victims se explica la deslocalización de las empresas textiles y su implantación en Camboya, Blangla Desh, Marruecos, América Latina y, en general, países en vías de desarrollo o, para decirlo sin eufemismos, países pobres o con infamantes bolsas de pobreza y explotación laboral. Es sencillo, las marcas no fabrican nada: son un constructo del marketing; un pantalón, una blusa…son manufacturados en talleres en los que trabajadores muy mal pagados y a menudo sin derechos sindicales ni protección social, emplean maratonianas jornadas en coser prendas de última moda y dudosa calidad acorde con la exigencia de un cambio continuo en la moda que favorezca el consumo creciente. Estas prendas se venden en el primer mundo a un precio cientos de veces superior a su coste de fabricación.
A veces ocurren desgracias como el terremoto que, en abril de 2013, en Dacca, Bangla Desh, derrumbó un edifico en el que había varios de estos talleres y segó la vida de 300 personas que cobraban por su trabajo 28 euros al mes. A veces una tragedia muestra de manera descarnada lo que está pasando cada día. Ese taller trabajaba, entre otros clientes, para la cadena de tiendas-marca irlandesa Primark. La reacción de quienes encargan su producción a estos talleres fue lamentarlo muchísimo e implementar algunas medidas menores tendentes a aliviar el sufrimiento de estos nuevos esclavos y, por supuesto, a extremar la exigencia de silencio y ausencia absoluta de transparencia como se vio en el trabajo de Ébole y su equipo.

Los efectos de estas deslocalizaciones también se hacen sentir, como es fácil comprender, en los países originarios de las marcas. En Fashion Victims se explica la secuencia seguida por Zara en Galicia, que es la misma en todas partes: la lógica capitalista hace que las marcas busquen el beneficio constante y creciente; más pronto que tarde eso conduce a que sus costes comerciales y de márketing se trasladen a los proveedores en forma de imposiciones en la producción que acaban siendo inasumibles; el paso siguiente es la huida hacia los países pobres dejando un rastro de pequeñas empresas arruinadas y paro galopante.
En el programa que La Sexta ofreció el domingo vemos y oímos cómo una trabajadora camboyana pide que la gente que a diez mil kilómetros de distancia tiene en sus manos la posibilidad de comprar lo que ella fabrica siga haciéndolo porque eso es lo que garantizará sus menos de 200 euros mensuales de miserable sueldo. ¿Qué otra cosa podría ella decir? Vemos y oímos también a quien desde dentro del negocio y con una mezcla de resignación y a mi que me registren, opina que si no fuera como es, las condiciones de vida serían mucho peores porque esas personas no tendrían siquiera la posibilidad de hacinarse en una habitación o comer menos que lo justo para sobrevivir; viejo y perverso argumento. Los efectos en los consumidores cuando conocen estas cosas son una cierta perplejidad, tal vez indignación y buenos propósitos… y, acaso, impotencia. Un bucle infernal.

Quizás bastara con que nosotros, la gente corriente, moderemos un consumo frenético que tiene que ver poco con la necesidad de vestirse y hasta el gusto tan humano por vestirse bien y más con una pulsión consumista absurda y exijamos a los gobiernos que sean beligerantes con este orden de cosas; por ejemplo, en nuestro caso explicando tal vez que Zara y Amancio Ortega no son ejemplo de emprendimiento ni de nada, que su actitud en este ámbito no es marca España, que no nos sentimos orgullosos de semejantes patriotas. Y pudiera ser que los medios de comunicación, las universidades, las escuelas de negocios… debieran abordar la necesidad de explicar a los futuros emprendedores, empresarios y profesionales del marketing y el comercio, que esa especie de confuso paradigma que es la responsabilidad social corporativa no es, no puede ser una coartada.

domingo, 21 de febrero de 2016

Plan B

Este fin de semana se han celebrado en Madrid unas Jornadas sobre lo que se ha dado en llamar un Plan B para Europa. Ha sido el tercer acto de lo que pretende ser un movimiento contra las políticas de austeridad que se pusieron en marcha en la UE a partir de 2009; es la anterior una forma de definirlo, pero es mucho más que eso.

En enero se hizo público un manifiesto ( http://planbeuropa.es/llamamiento/) que han firmado ya 14.000 personas y poco después se presentaba en Berlín. La plataforma DIEM25 (http://diem25.org/es/) es el referente formal y la figura más destacada e impulsor es el ex ministro griego de finanzas Yanis Varoufakis; un buen resumen de esta iniciativa, a falta aún de mayor elaboración del Plan: https://www.youtube.com/watch?v=ImL0IrJ4_hI
En Madrid se ha fijado una nueva fecha en la agenda: el 28 de mayo, tres meses para organizar una gran movilización que aúne fuerzas políticas y sociales a fin de exigir una nueva política y en la Unión Europea. Entre bastidores, preocupación y más bien escepticismo a propósito de un eventual gobierno de coalición que responda a lo que la mayoría de los españoles han dicho en las urnas y que sería sin duda un paso muy importante por el peso que España tiene en la Eurozona y en la UE en general; a mencionar que en las Jornadas han intervenido representantes cualificados de Podemos, UP o Compromis, pero también se vieron entre los oyentes caras conocidas del PSOE, aunque nadie que yo sepa con cargos relevantes institucionales u orgánicos.  

Sea como fuere, DIEM25 y el Plan B se plantean, como se ha dicho, como un movimiento que deberá ir concretándose. Pero, vamos, si hay gentes bienintencionadas que echan a faltar la definición de objetivos concretos, pierdan cuidado, los hay; basta, por ejemplo, con acercarse a entidades como ATTAC, involucrarse con las organizaciones que trabajan en la ayuda a los refugiados o esforzarse en entender qué nos jugamos en el TTIP y el TISA (lo mismo que el TTIP para los servicios en general) http://cartasdevuelta.blogspot.com.es/2015/04/ttip-ronda-de-negociacionesy-van-nueve.html y http://cartasdevuelta.blogspot.com.es/2015/05/los-tribunales-de-arbitraje-una.html, etc (y disculpen que me cite a mi mismo) Todo eso está en el origen de este movimiento que empieza y que se circunscribe -si eso es posible- a las instituciones y los estados de la Unión.
No debería ser necesario recordar que la idea de Europa surgió a fin de hacer que políticas a priori contrapuestas confluyeran en un mismo objetivo: el bienestar común y el reforzamiento de los derechos sociales. Pero si Schuman o Monnet levantaran la cabeza, seguramente dirían que ellos no idearon esta herramienta de progreso de los pueblos para que se usara en sojuzgar al griego o meter el miedo en el cuerpo a quienes sueñan con recuperar los orígenes en España o en Portugal, por ejemplo. No tuvieron aquel sueño para que se usara en justificar la construcción de nuevos muros de la vergüenza o para ceder a chantajes insolidarios, como la vergonzosa entrega de principios de hace unos días al gobierno conservador del Reino Unido.

El hecho es que hoy la Europa de los padres fundadores no es más que una entelequia, más bien la expresión de un capitalismo insaciable y a veces hasta criminal, empeñado en cercenar derechos y oportunidades de las mayoría en beneficio de unas elites que se esconden y parapetan detrás de eso que conocemos (es un decir) como mercados, la expresión formal de una idea que abrazaron hace tiempo tanto el pensamiento (es otro decir) conservador como la socialdemocracia: el libre mercado, hoy otra falacia monstruosa.
Solo por mencionar un dato relativo a cosas cercanas, cosas de cada día: en España solo dos grandes cadenas, Carrefour y Mercadona controlan el 60% de la distribución alimentaria; no hace falta mencionar, supongo, cómo controlan precios y servicios unos pocos operadores en los sectores liberalizados de la energía, la telefonía o los carburantes; y en una economía globalizada como la presente, se comprenderá con facilidad hasta qué punto unos pocos actores concentran tal cantidad de poder que los instrumentos de la soberanía parecen juguetes inocentes; de nuevo algún ejemplo: solo diez laboratorios farmacéuticos controlan la práctica totalidad de la investigación que se hace en el mundo; digo “controlan” no que la paguen, porque el 84 por ciento de los costes corre a cargo de los estados y los consumidores…pero quizás se dirá que eso es algo que poco afecta a la cotidianeidad ¿Sí? cuando la farmacéutica estadounidense Gilead puso en el mercado el Sovaldi -recuerden: Hepatitis C, gente que muere y tal-  fijó el precio del tratamiento de 12 semanas en 84.000 dólares ¿En razón de qué? de nada…porque el mercado es libre…libre y ajeno a la vigilancia de las instituciones que deberían controlarlo. La Organización Mundial de la Salud afirmaba que los genéricos ofrecidos a bajo precio por laboratorios de países en desarrollo era de escasa calidad (lo mismo que decían los laboratorios occidentales) y solo cambió de opinión recientemente cuando supo que Cipla, una empresa india, vendía medicamentos contra el SIDA perfectamente homologables e infinitamente más baratos a gobiernos africanos a través de Médicos sin Fronteras.

En realidad, no harían falta sesudos análisis: ¿alguien en su sano juicio puede seguir sosteniendo que en cualquier barrio de nuestra ciudades un pequeño restaurante puede competir en igualdad de condiciones con un MacDonald’s? Sí, ya, proximidad, calidad, simpatía, comida casera y esas monsergas que se suelen aducir…pero yo he escrito “en igualdad de condiciones”
DIEM25 y el Plan B deberán ir concretando estrategias. Es urgente romper la falsa creencia de que el libre mercado es la herramienta del crecimiento y la prosperidad o, al menos, cuestionar qué libre mercado, qué crecimiento y qué prosperidad y de quién.

En español el término austeridad designa un estilo, un modo de ser que es en sí mismo un valor a preservar y hasta propagar, pero su uso se ha pervertido y la austeridad de la que hablan las instituciones de la Unión, penetradas de una ideología transversal como es el neoliberalismo, es la herramienta de la desigualdad que ensancha la brecha económica y convierte en marginales los derechos ciudadanos.