lunes, 18 de diciembre de 2017

Auschwitz para todos


 

He estado unos días dándole vueltas a si visitaba o no la exposición “Auschwitz. No hace mucho. No muy lejos” que se exhibe en Madrid.
En la página Web del Centro se anuncia bajo una fotografía del edificio principal del Campo, que “...
 
Por primera vez en la historia, más de 600 objetos originales se exponen en la primera exposición itinerante sobre Auschwitz coproducida por Musealia y el Museo Estatal Auschwitz-Bikenau; un emotivo y riguroso recorrido por uno de los capítulos más oscuros de la historia de la humanidad que, sin duda, removerá la conciencia del mundo. 
El estreno mundial de la exposición tendrá lugar el 1 de diciembre de 2017 en el Centro de Exposiciones Arte Canal. Este será su único destino en España”
He querido copiar el texto tal cual está en la web y conservar el enlace a los “más de 600 objetos originales” para que el lector aprecie el estilo comercial del mejor márketing empleado para promocionar la muestra. Espero que nadie se moleste, pero me ha perecido como una Cortilandia del horror o la sección espanto de Amazon.
He decidido no ver “Auschwirtz. No hace mucho. No muy lejos”, como probablemente ya habrá supuesto usted.
Y la verdad es que entiendo los motivos para hacer esta exposición ¿Cómo oponerse a remover “la conciencia del mundo” sobre uno de los capítulos “más oscuros de la historia de la humanidad”? Muy insensible y acaso malvado hay que ser para no desear poner las conciencias patas arriba. De modo que seguramente soy yo el raro. Creánme no soy ni insensible ni perverso, pero sí raro, porque me parece una exhibición impúdica; o sea, esa gorra, ese uniforme rayado, esa maleta fue de alguien que vivió con seguridad un tiempo de horror para morir luego sin dignidad ¿como negársela -la dignidad- en los objetos que fueron suyos, lo único suyo finalmente poniéndolos a la vista de propios y extraños? Comprendo que el campo de exterminio siga en pié: siempre estuvo allí y el espíritu de los que fueron masacrados en aquel tristísimo lugar, aún flota en el aire y puede sentirse en los barracones y frente a las alambradas Pero ¿esto de “Auschwitz. No hace mucho. No tan lejos”? Que mal ¿no?
Insisto, no deseo molestar ni hacer comparaciones odiosas. Pero andaba yo en esas cavilaciones cuando esta mañana, oyendo la radio, me he desayunado con la habitual ración de mierda. Esta vez no ha sido algún nuevo truño del PP o aledaños, no. Hoy se ha sabido que en 2005 el abad del Monasterio del Valle de los Caídos realizó un informe para Patrimonio Nacional (se discutía entonces el destino que habría de darse al lugar) en el que aseguraba que durante la construcción de la Basílica allí no hubo trabajadores esclavos, presos políticos que redimían pena, sino una alegre muchachada a la que se trató a cuerpo de rey. Si tienen estómago, pueden ver el llamado informe aquí: http://cadenaser.com/ser/2017/12/17/cultura/1513512331_386878.html
¿Puede haber alguna relación entre una cosa y la otra? Pues, por controvertido que sea establecerla, a mi me parece que sí la hay. No me gustaría entrar en un debate sobre espantos y grados y estilos de maldad, pero si los organizadores de la exposición sobre Auschwitz pueden hacerla es solo porque el campo fue liberado a sangre y fuego y los verdugos derrotados. Aquí no podríamos hacer una muestra parecida porque el régimen de Franco decidió hacerla para la eternidad, pervertir la memoria de sus enemigos y robarles incluso el recuerdo. Hubo que mirar para otro lado en la Transición y vamos viendo hasta qué punto: recuerden, lo del curato es del 2005, gobernaba el PSOE y ha seguido siendo abad hasta hace nada.
Los demócratas de toda Europa pueden derramar lagrimas ante el dintel de la puerta del campo de exterminio en donde puede leerse “El trabajo Libera” Pero es un sarcasmo cruel que los familiares de quienes fueron enterrados en el Valle no puedan escupir sobe el suelo de aquel lugar porque los huesos de los suyos siguen allí.
Mi abuelo, que pasó de los cien años, decía: “veréis cosas terribles”. No se si se refería a cosas como estas.