lunes, 7 de julio de 2014

El debate, o lo que fuera aquello

A mi juicio, el debate (por utilizar el nombre que le dieron los organizadores de la comparecencia a tres) de ayer del PSOE fue un interesante ejercicio.

Gana la política, sí, pero sin ponerse estupendos; vale para lo que estamos acostumbrados a ver.

La solidez intelectual e ideológica de Pérez Tapias está a años luz de los otros dos. Se dice que comprometía menos y de ahí su aplomo: hilaba mejor, no sudaba ni manoteaba como Madina, ni repetía un insufrible latiguillo como Sánchez; no entiendo estos comentarios ni el que pone el acento en la edad, repetido como un mantra recién adoptado y más propio de loros que de gente con fundamento.

Pero Tapias no quiere ser candidato ¿Será Secretario General? Lo dudo: parece estar al final de la cola en las preferencias de los militantes (por lo menos lo estaba hasta ayer como sabemos según la recolecta de avales) y su propia autoexclusión como candidato no parece ser del gusto de la mayoría. Ellos -los militantes- sabrán.

¿Entonces? Pues  mucho temo que habrá un Secretario General más bien irrelevante, lo cual es un desastre porque, obviamente, se habrá perdido una oportunidad, una más y casi no quedan. El gran líder carismático, devenido en profeta, ya lo ha advertido hace poco.

¿En realidad a mi, que no tengo carné, lo que me interesaría es saber es si estaba ayer en la palestra el candidato que saldrá de las primarias? Debería de intuirlo al menos, pero no me pasa.