martes, 23 de diciembre de 2014

Que no nos representan.

"Mi conclusión es que no podemos reparar un mecanismo si no comprendemos cómo funciona. Y que la crisis de representación resulta en no poca medida de  esperar de la representación lo que no puede darnos, y de pedir a nuestros representantes que actúen precisamente del modo en que no deberían actuar”

El párrafo anterior es de un artículo de Giovanni Sartori publicado en el número 51 (recuperado en el 129) de esa pequeña pero preciosa joya que creó Antonio Fontán en 1990 y que sigue publicando la Universidad Internacional de La Rioja que se llama Nueva Revista.
El artículo de Sartori “A propósito de la representación en democracia” es de 1997 pero, a mi juicio, está de plena actualidad. Se me disculpará la simplificación, pero es que lo que voy a decir continuación es, a mi modo de ver, la expresión vigente (e interesada) de una forma de entender (bastante intransigente) el papel de los partidos políticos. Sartori va más allá de lo que sigue pero digamos que, en resumen, viene a afirmar que no podemos considerar que un representante político es sólo alguien responsable ante (los electores) a la manera que lo sería el abogado respecto de su cliente (el mandato imperativo) sino que también es responsable de (de sus actos en el ejercicio práctico de la función legislativa) Si quienes defienden la suficiencia de nuestro sistema de representación, a lo sumo con algunos retoques cosméticos, leen lo anterior sin duda se sentirán reforzados.
Pero Sartori añade enseguida que,  aún cuando la democracia liberal se origina en la idea (clásica, por otra parte) de que el gobierno por derechos de herencia debe ser sustituido por el del mérito, en la práctica, hoy estamos, más que ante gobiernos de “la mayoría” en gobiernos de “la cantidad” Más aún, si adobamos el guiso con una gotas de nepotismo, unas buenas dosis de corrupción sistémica y de eso que ya conocemos como casta (como es muy cansino explicar esto de la casta una y otra vez, si se tiene interés, en este enlace hay una documentada explicación que, además, contiene alguna sorpresa: http://www.lamarea.com/2014/08/19/el-concepto-casta-un-discurso-que-se-remonta-al-siglo-xix/) acabaremos seguramente concluyendo que “…el problema quizás no resida tanto en la representación como estructura cuando en los propios representantes” algo, que igualmente satisfará a quienes en la práctica no desean cambiar gran cosa o aplicar el conocido aforisma de cambiar algo para que nada cambie.
Sí, las mayorías, por el mero hecho de serlo, están investidas de legitimidad democrática; nada que objetar. Pero eso no puede ser suficiente. Hoy no. Claro que nuestros representantes políticos han de ser responsables y en absoluto solo mandatarios. Pero tampoco eso es suficiente, porque a estas alturas no vamos a conceder que el hombre es bueno por naturaleza y son las circunstancias de presión y temperatura las que le hacen perder el sentido común o la ética elemental. ¿Cómo conjugar valor y cantidad pues? ¿Cómo hacemos las reparaciones a las que se refiere Sartori en el párrafo citado al principio?

Desde luego que el otro fiel de la balanza no puede ser la llamada democracia directa, también conocida como jaula de grillos; parece obvio: deberíamos evolucionar sobre la base de reformas que pongan el acento, de verdad y no con fintas dialécticas imposibles, en reforzar, cosas tales como la iniciativa legislativa popular y las herramientas plebiscitarias (la tecnología permite hoy hacerlo con plenas garantías) apoyando e impulsando sin ambages -y sobre todo sin miedo- desde el poder político a las organizaciones de la sociedad civil (esas que creíamos dormidas hasta el 15M) e introduciendo mecanismos revocatorios que permitan el ejercicio del derecho de destituir de su cargo a los representantes electos antes de finalizar su mandato. Ah, tal vez no debamos ni siquiera hacer grandes discursos sobre esto…puede que sea mejor mirarse en el espejo de los países que ya han hecho parte del camino sin entretenerse en prejuicios. 

miércoles, 17 de diciembre de 2014

El Estado del Bienestar, los socialistas, la casta


Decir que el llamado estado del bienestar es un constructo que remite de manera exclusiva a la socialdemocracia, es propio de ignorantes. Suponer y repetir que “los socialistas” son aquellos que militan en los partidos socialistas tengan el nombre que tengan (no sé si, por ejemplo, en Italia puede decirse así en vista de que han perdido el adjetivo, complemento de identidad imprescindible en la comunicación humana) es absurdo. Y resumir que resulta injusto atribuir a los políticos tradicionales la definición de casta, es manipular; yo no conozco a nadie que haga tal cosa así, en general, sin matizar; sí se de quienes aseguran que sí los hay y ya pueden dar éstos explicaciones hasta el hastío que lo seguirán haciendo me temo.
El estado del bienestar:  aún cuando sólo nos atuviéramos a lo sucedido en Occidente y particularmente en Europa desde 1946, sería un reduccionismo histórico o una simpleza sin más atribuir su génesis y desarrollo a la socialdemocracia; basta acudir a fuentes múltiples y de fácil acceso para saber que la lucha por los derechos sociales tiene ilustres antecedentes ya mediado el siglo XIX y que, si modernamente  podemos hablar del Welfare State (tal es su nombre original, o Wohlfahrtsstaat, pues la referencia alemana añade matices en los que no cabe, por cierto, hallar trazas de socialismo por ninguna parte, que no es del caso sacar a colación ahora) esa denominación nos remite más a una especie de mosaico que tal vez podríamos identificar como algo así como el capitalismo moderno –no confundir con el neoliberalismo también llamado capitalismo de casino o lindezas similares- que a otra cosa: “El Estado de Bienestar ha sido –es- el resultado combinado de diversos factores (…) El reformismo socialdemócrata, el socialismo cristiano, élites políticas y económicas conservadoras ilustradas, y grandes sindicatos industriales fueron las fuerzas más importantes que abogaron en su favor y otorgaron esquemas más y más amplios de seguro obligatorio, leyes sobre protección del trabajo, salario mínimo, expansión de servicios sanitarios y educativos y alojamientos estatalmente subvencionados, así como el reconocimiento de los sindicatos como representantes económicos y políticos legítimos del trabajo…" La cita es de Claus Offe Contradicciones en el Estado del Bienestar. Madrid, Alianza, 1990. Cosa pues de mucha gente: elites de diversa extracción ideológica y, por cierto y sobre todo, de la gente… precisamente, esto es de quienes con su trabajo y el ejercicio y reivindicación de sus derechos los hacen posibles. Tradicionalmente y simplificando, la aportación de la socialdemocracia es la construcción del estado social (a menudo se añade …y democrático de derecho, pero eso no le corresponde en exclusividad) mediante reformas que deben dar lugar a la protección de la ciudadanía y en especial de las minorías más débiles, sobre la base de la justicia social y la extensión de la participación en el gobierno del Estado; también tradicionalmente se añade –ultimamente lo oigo mucho menos- que todo eso se hace para avanzar paulatinamente hacia el socialismo.

Los socialistas: vista mi afirmación del primer párrafo, no tendría sentido debatir al respecto. Y, desde luego, desde el punto de vista intelectual, la cuestión, en efecto, es irrelevante. Lo único que querría decir sobre el particular es algo de dimensión un tanto localista aunque también europea: que hay vida socialista más allá del PSOE o del “grupo de los socialistas europeos” incluso si de lo que hablamos es de socialdemocracia. Por eso resulta algo chocante observar el estado de ofensa sobrevenido en que parecen vivir quienes engrosan las filas de esas formaciones al suponer que conglomerados aún por definir, incluyen entre sus avances de propuestas programáticas, asuntos sobre los que los primeros creen tener la patente.  Sí, al César lo que es del César, pero las ideas no son patrimonio de  nada ni de nadie. Rosa Luxemburgo escribió “Entre las reformas sociales y la revolución, existe para la socialdemocracia un lazo indisoluble: la lucha por las reformas es su medio; la revolución social, su fin” Como doy por sentado que sigue siendo así sobre todo porque me parece entender que la gentes de buena fe izquierdista han comprendido que experiencias cuyo fin era tratar de embridar el capitalismo y ya (la nefasta Tercera Vía) han resultado un evidente fiasco, podemos coincidir dentro y fuera de las organizaciones políticas que gustan de lucir la escarapela de socialdemócratas ¿o no?
La casta: Ya digo, al César lo que es del César. O sea, que los gobiernos del PSOE desde 1978 hasta hoy son los que más han impulsado (digo “impulsado” papel que, efectivamente, corresponde a las elites; es la gente, como se ha dicho, quienes hemos hecho el trabajo)  el desarrollo de los derechos sociales que constituyen el andamiaje del Estado del Bienestar, es algo evidente; por más que en algunos ambientes se sostenga que sí, yo no he encontrado ninguna fuente de autoridad  tan estúpida como para negar una obviedad. “Yo soy el superaficionado;  los profesionales son pompas de mierda”. Eso decía Francis Picabía por oposición a la figura del diletante quien cree que por haber leído un libro ya es crítico literario, y esta referencia más o menos anecdótica puede extrapolarse al campo del ejercicio de la política tal vez para definir el primer rasgo de la casta: no importa la competencia o la pericia, más de treinta años de democracia formal dan para que, si no se pone especial cuidado, crezca y se desarrolle una estirpe cuyos valores y atributos no son precisamente el mérito y la capacidad…y no solo en la política como hoy vemos ya con claridad meridiana; apropiarse de presuntas verdades universales es un rasgo más, casi una consecuencia lógica.

miércoles, 19 de noviembre de 2014

La Armada de Repsol

 
El Artículo 8 de la Constitución española dice: “Las Fuerzas Armadas, constituidas por el Ejército de Tierra, la Armada y el Ejército del Aire, tienen como misión garantizar la soberanía e independencia de España, defender su integridad territorial y el ordenamiento constitucional” En la Carta Magna hay otros artículos que afectan a las Fuerzas Armadas: 28, 29, 30, 55, 62, 63, 65, 70, 94, 97, 104, 116, 117 y 149. Si se toman la molestia de revisarlos, observarán que en ningún sitio se habla de Repsol.
El incidente que da lugar al comentario anterior se produjo en aguas territoriales de España, no en aguas internacionales aunque ciertamente, el caso de Canarias es objeto de gran polémica jurídica, geopolítica y económica. Si bien, en general, se admite que la soberanía española se extiende a las famosas 200 millas, en el caso del archipiélago y por la cercanía de otros territorios soberanos (Portugal y Marruecos) la situación es algo distinta. Sería prolijo extenderse sobre esto último y no me parece necesario, aunque hay quien se empeña en que lo sucedido puede ser sujeto de derecho internacional; no, no hay pleito entre países o grupos de países que resolver, no hay colisión de intereses desde ese punto de vista.
Puede que se haya producido cierta confusión: el incidente ha tenido como protagonista a Greenpeace, una institución que para algunos no debe ser diferente a un grupo de piratas del Índico. Pero no, se trata de una prestigiosa organización que cuenta con el respeto y la consideración, ganados a lo largo de años de lucha en favor del medioambiente, de muchas personas, instituciones y organizaciones de todo tipo e incluso estados. Los activistas agredidos no pretendían ciertamente secuestrar el barco o a sus tripulantes ni causar daño alguno a bienes o personas, sino realizar una protesta pacífica sobre asunto que, por lo demás, cuenta con la oposición prácticamente generalizada de la población canaria.
Así es que el día de autos no había que “…garantizar la soberanía e independencia de España” ni que “…defender su integridad territorial y el ordenamiento constitucional”. Ni tan siquiera se trataba de defender bien público (salvo que por tal se tenga el futuro profesional de nuestro ministro de Fomento o algún amiguete) ni privado alguno; ya digo, Greenpeace no tiene por costumbre destrozar cosas. Si acaso, podría haberse pasado por allí la Guardia Civil, pero la Armada nunca.
Ahora el ministro Soria, un canario al que ya quieren mucho en su tierra, ha retenido el Arctic Sunrise, barco propiedad de la organización ecologista de donde partieron las lanchas que fueron arrolladas por las de la Armada hasta que Greenpeace presente una fianza de 50.000 euros. Así es que allí está, amarrado en el puerto de Arrecife, Lanzarote, para ejemplo de lo que le ocurre a quien levanta la voz, mientras Repsol ha empezado las prospecciones a toda velocidad. ¿Apostamos a que esta medida administrativa que ha tomado Fomento acabará provocando que España sea el hazmerreir de medio mundo una vez más?
¿No debería el Gobierno explicar qué hacía por allí toda una fragata, corveta o lo que demonios sea el barco militar que andaba por la inmediaciones? ¿Eso lo paga Repsol?
 

martes, 4 de noviembre de 2014

El CIS


A eso de media mañana se hará público un barómetro del CIS que, al parecer, nos va a ilustrar sobre el grado de intensidad –parece que trae vientos inapelables- del huracán Podemos.
Esperaremos con emoción contenida a ese esclarecedor momento aunque, visto el inteligente silencio de Iglesias, Errejón, Monedero, Bescansa y compañía, y el parloteo mediático, ya nos hacemos a la idea de que cuando los partidos tradicionales dicen esa cosa tan obvia de que la única encuesta que vale es la de las urnas, lo que están diciendo es que se lo han hecho encima.
Me da la impresión de que, a partir de ahora vamos a vivir expectativas parecidas (que bien nos lo pasamos) cada vez que alguien haga una pesquisa demográfica, mientras a nuestro alrededor sigue la vida propiamente dicha.
Por vida me refiero, claro, a lo que a cada cual y a lo suyo y los suyos concierne, eso que fluye al margen de lo que digan y hagan unos y otros y como regateando metáforas: que si se quema –falsa alarma, no teman- el Banco de España;  que si una tal Aguirre aburre al personal con su dignísima moral mancillada por una tal Aguirre que aburrió a todos tolerando trinques y mamandurrias;  que si detienen a un alcalde, el de un pequeño y desconocido pueblo que responde al bonito nombre de Serranillos del Valle, que se llevaba los papeles para, ahora sí literalmente, perderlos; que si otro gobierna la villa de Cuadros y esa cosa tan singular que es una Diputación ( feudo heredado de alguien con mal final) desde el trullo y afirma que aún allí es el representante legítimo de la parroquia como bien demuestra el hecho de que, según le vaciaban los bolsillos (que risa) al entrar en la trena, sus concejales le hacían la ola; que si sueltan por buena conducta (ea) al trincón de les Ballears; que si un insensato y un memo juegan con las ilusiones patrias de un pueblo y la perplejidad de otro mientras los arruinan; o que, por lo visto, Amanecer Dorado (esa gente tan agradable que ignora que vienen nada menos que de Platón y Aristóteles) ha abierto sucursal por aquí. En fin…suma y sigue.
Hablando de vida, hoy le dan el alta a Teresa Romero. Eso si que es una . noticia…y el CIS sin enterarse.
Me voy a ver si me compro el nuevo disco de Serrat, ese estupendo anciano: Antología desordenada…y tanto.

jueves, 23 de octubre de 2014

¡Que peste!

Tengo una duda: ¿cuándo podemos decir que un sistema está corrompido? ¿cuándo se podría decir que uno vive encima de un montón de mierda? Lo digo porque tal vez solo cuando concluyamos que esas afirmaciones son rigurosamente ciertas, en dimensión e intensidad, podremos empezar a pensar en soluciones parejas… en dimensión e intensidad.
Uno se dispone cada día a ponerse al corriente de la marcha de lo público y lo que consigue, lea lo que lea, mire donde mire, escuche lo que escuche,  es percibir el insoportable hedor de la corrupción o la miseria moral.
Sí, los mecanismos que toda democracia (sistema imperfecto y, por tanto, imperfectos esos mecanismos en todo caso) se da para luchar contra estas cosas funciona a toda máquina; y esa es una buena noticia. Pero la podredumbre y la miseria moral parecen llevar una delantera insuperable. Un corrupto ingresa en prisión pero, al tiempo, aparecen muchos más como la setas en este raro mes de octubre; un servidor de lo que es común expresa un propósito razonable y, simultáneamente, diez insultan nuestra inteligencia con una ocurrencia banal o una sinvergonzonería.
Que cansado es todo esto. Que estúpido. No es ya que uno alcance la convicción de que muchas cosas en las que creyó o quiso creer eran mentira o se han convertido en una maloliente falsedad o decepción; es que tanto tufo envejece…a pasos agigantados y no solo a la gente, también a los países.

martes, 21 de octubre de 2014

Pudimos…y ahora, quizás Podemos.

Las encuestas son encuestas y la única que vale es la de las urnas. Pues sí. Por más que eso sea algo que suele repetir quien no se ve favorecido por las encuestas, pues sí, es así. De manera que no tengo mucho interés en debatir a propósito de un dato incontestable: que los sondeos registran un ascenso imparable de Podemos. Ya se verá que significa a efectos prácticos.
 
Desde hoy y hasta el día 26 de este mes, la gente puede votar las 40 propuestas que se han presentado bajo los epígrafes de documento ético, documento político y documento organizativo. No son solo dos como machaconamente repite casi toda la prensa. Son tres los grupos promotores que presentan los tres tipos de propuestas: Círculo Enfermeras, Claro que podemos (Pablo Iglesias, Monedero, Errejón, etc) y Juristas Madrid; el de Pablo Echenique, Teresa Rodríguez, etc, para la mayoría de la prensa el segundo en discordia como si todo lo demás no existiera, que solo ha entregado el documento organizativo. Si usted quiere votar, basta que se inscriba en la plataforma habilitada al efecto, lea los documentos y ejerza lo que nuestra Constitución consagra como un derecho individual; para entendernos, no funciona como un partido político tradicional: no hay censos, no hay cuotas, no hay carnets.
No estamos acostumbrados a esta forma de funcionar. Más aún, no estamos acostumbrados a fenómenos como Podemos, y mira que, como dice la letra de “A cántaros” (la canción de Pablo Guerrero curiosamente rediviva en estos días) “…pero tú y yo sabemos que hay señales que anuncian que la siesta se acaba…” señales… desde hace tiempo, al menos desde el 15 de mayo de 2011.
Tal vez por eso asistimos a escenificaciones ridículas que más parecen el exponente de la impotencia, como ese empeño de ciertos personajes de la política y el periodismo más bien bufos en pedir cada vez que un dirigente de Podemos se pone a tiro que repita letanías del tipo “Los de ETA son terroristas” o “Venezuela es una dictadura” -que no lo es, como sabe cualquiera, por cierto- que reconozca que proponen el impago de la deuda -da igual que nunca lo hayan dicho; da igual que nadie presente documento alguno en el que conste algo que no sea, desde el principio, la defensa de una auditoria y una reordenación de la deuda- o esa reciente estrategia, que parece sacada de un manual orgánico más bien cutre y que consiste en preguntar de nuevo a quien se ponga a tiro sin Podemos es de izquierdas o de derechas.
Sobre esto último, en efecto, los portavoces más conocidos de Podemos insisten en que no están en esa dinámica: quieren “ocupar la centralidad”, dicen. Y eso es algo que se entiende bien desde el punto de vista de la estrategia: saben de dónde vienen los apoyos y saben que la procedencia es diversa. El PSOE dice que es un partido de izquierdas que quiere ocupar el centro y el PP asegura que es un partido de centro; el resto, cada cual tiene su karma, egocéntrico si se me permite la broma.
Pero si vamos a los principios, pueden leerse los documentos políticos que se votan esta semana si se prefiere estar informado para formar criterio mejor que repetir como papagayos lo que otros dicen; o se pueden tomar en consideración, a modo de resumen, las cinco resoluciones ya aprobadas: auditoria y reestructuración de la deuda que, por ejemplo "determine el grado de corresponsabilidad de los gobernantes y acreedores"; sanidad pública para todos que, por ejemplo, contemple “la eliminación de los copagos, la derogación de las leyes de gestión del Sistema Nacional de Salud (SNS) y de ordenación sanitarias de las comunidades autónomas que posibilita la gestión privada de los recursos sanitarios, el desarrollo de un plan que redefina los objetivos de salud y permita la reformulación de la Ley General de Sanidad (1986)”; defender la educación pública, nuestro derecho y no su negocio que, por ejemplo, presupone “ la paralización y derogación de la LOMCE…”; medidas urgentes de anticorrupción que, por ejemplo, pide “se eliminen las tasas judiciales, el aumento de las penas por delitos de cohecho, tráfico de influencias, malversación y fraude, la tipificación penal de la financiación ilegal de los partidos políticos…” y ganar el derecho a la vivienda y acabar con la impunidad financiera que, entre otras medidas propuestas, implica “el derecho a la dación en pago con carácter retroactivo… reconocer el derecho al alquiler social…”
¿Son de izquierdas o son de derechas? No sé a ustedes, pero a mi me parece que no son medidas neoliberales y que igual si la socialdemocracia no ha perdido la memoria, podría suscribir sin mayor dificultad.  
Y, por cierto, hablando de la memoria: no diré nada de la derecha política o ideológica (suponiendo que esto último exista) porque no tiene. Pero en cuanto al PSOE, me parece a mi que debería ir dejando de lado ese papel de doncella ofendida y la repetición machacona raca,raca de unos cuantos lugares comunes que ya son ineficaces como discurso general; no, la gente sensata, no hemos perdido la cabeza; recordamos y reconocemos los méritos y deméritos, más aún sabemos algo de historia, de España y de Europa; sabemos muy bien quienes están hoy legitimados por la urnas y quienes aún no; no es necesario que se pongan didácticos con nosotros desde esa especie de autoridad moral que, reconocerán conmigo, está un poquito debilitada.
En estos días se celebra aniversario de Suresnes. La historia se escribe a saltos, no es un relato lineal: aquel grupo de jóvenes (tenían la edad que hoy tienen los dirigentes de Podemos) desfenestró a unos dinosaurios -con el política e intelectualmente muy mediocre Llopis a la cabeza- de un partido que apestaba a naftalina,  casi había olvidado en un busto polvoriento a aquel marxista insigne que fue el otro Iglesias y no se enteraba de lo que se cocía en Europa desde hacía tiempo. Por abreviar: luego vino la ilusión del 78 y la  nefasta Tercera Vía de Blair y Guidens. Y ahora, esto.
Es que de todo ha habido en la viña del Señor. Un eslogan de hace años decía que “todo está en los libros” Sí, así es: todo...y también en las hemerotecas.

 

viernes, 17 de octubre de 2014

Calendario Podemos

Desde ayer, día 16, Podemos tiene en marcha un proceso inédito. Han puesto a disposición de la gente una plataforma informática (http://podemos.info/)  en la que quien lo desee puede votar las 365 propuestas que han sido previamente debatidas en las unidades básicas de organización que son los Círculos. Las hay que aluden a principios éticos, a derechos humanos, de tipo estructural, económicas, sociales…Basta registrarse y ya se puede emitir el voto.
Paralelamente, quien esté interesando ha podido inscribirse para estar presente en la Asamblea Ciudadana Sí se Puede que se celebrará durante este fin de semana en Vista Alegre Madrid y que constituye un punto de inflexión clave para el futuro que, en ausencia de palabra por inventar o adoptar, llamamos formación, movimiento…
Aunque a las cabezas más visibles de Podemos no les guste mucho,  a partir del 15 de noviembre podremos llamarles “partido” pues en eso se habrá convertido. O quizás, debiéramos decir un poco eufemísticamente que habrá un actor más para que pueda cumplirse lo que establece el artículo 23.1 de la Constitución: “Los ciudadanos tienen el derecho a participar en los asuntos públicos, directamente o por medio de representantes, libremente elegidos en elecciones periódicas por sufragio universal” No es mi intención debatir aquí sobre la democracia representativa pero tal vez convenga recordar en estos tiempos de apropiaciones (no solo de la bolsa y la hacienda ajenas) lo que nuestro Tribunal Constitucional ha precisado varias veces: que la titularidad del derecho de participación política corresponde en exclusiva a las personas físicas y no la ha reconocido ni siquiera a los partidos políticos a pesar de que estos sean considerados en el mencionado artículo "instrumentos fundamentales de la participación política". Su carácter instrumental coloca a los partidos no en la posición de usurpar la participación política individual sino en la de promoverla concurriendo a su formación y manifestación. Pero, ya digo, no quiero debatir esto ¿para qué si el Constitucional, esa institución a la que tantas veces se pone en un brete, lo ha dicho con claridad meridiana?
Cuando llegue esa fecha de noviembre habrá sucedido lo siguiente: tras el encuentro presencial del próximo fin de semana en Vista Alegre en el que se defenderán los borradores y resoluciones, se procederá a votarlos; habrá seguidamente una presentación de los más votados y de las candidaturas para ocupar los órganos de representación en el nivel estatal tal como queden configurados en las resoluciones adoptadas; el proceso finaliza con una nueva votación (como todas las demás abierta a todo el mundo que lo desee) en este caso de los candidatos.
¿Qué es lo que sabemos de todo esto por los medios de comunicación? Básicamente que en Podemos hay dos posiciones: la que representaría Pablo Iglesias y la que encabezaría Pablo Echenique. El Semanal Digital lo explicaba así hace unos días: “…los dos grupos se enfrentan por la concepción definitiva de Podemos aunque de cara al exterior quiten hierro a sus divergencias. Si los de Echenique piden, entre otras propuestas, una dirección colegiada con varios portavoces e incluso el sorteo de militantes para formar como miembros del futuro comité del partido, los de Iglesias abogan por la creación de una Secretaría General y listas abiertas para el Comité “  http://www.elsemanaldigital.com/pablo-iglesias-se-encuentra-con-el-primer-embate-serio-dentro-de-podemos-138013.htm
Como tampoco deseo entrar en semejante debate necesariamente intencionado, bastará con remitirme a las propuestas presentadas a la Asamblea bajo el rubro de “Principios Organizativos” Eso sí, quien tenga curiosidad deberá también tener paciencia puesto que no son dos, sino 98, de variada procedencia y sentido: http://propuestas.podemos.info/index.php/questions/principios-organizativos
Se comprende, no obstante, que ante semejante complejidad, ciertos medios tiendan a la simplificación, sin duda con el noble deseo de hacernos la vida más fácil a los ciudadanos. Y si inventan enfrentamientos más allá de una saludable confrontación es tan solo para poner un poco de sal en tan plúmbeas cuestiones como es una forma nueva de hacer las cosas…con la pereza que da eso.
¿Saben qué? Yo voy a participar en este proceso. Qué quieren, me hace ilusión que alguien me pregunte sobre las cosas que me incumben y que no solo me pida mi aval cada cuatro años después de engatusarme con promesas que probablemente incumplirá sistemáticamente. Igual es que se trata de eso, de ilusión, algo que ya no encuentro en lo que tenía hasta ahora…y mira que me esfuerzo.
Y a lo mejor me animo, oye. Puede que cuando llegue el momento de ir a las urnas entregue mi voto a quien consiga suscitar mi ilusión, no a quien pida que vuelva a creer en quien precisamente la defraudó por mucha historia que atesore y muchos méritos –me quito el sombrero…pero me lo vuelvo a poner porque no escampa- que en el pasado tuviera; es que esto último no le resuelve la vida a mi gente, ni su presente ni su futuro; y si no se la resuelve a ellos, naturalmente a mi tampoco.
Ah, ¿que podría favorecer con ello la instauración de una república bolivariana? ¿aquí? ¿en la vieja Europa? Hombre, no creo…pero, de todas maneras, pues ya si eso…¡chévere, amigos!

miércoles, 8 de octubre de 2014

Excalibur ¿un asunto menor?

¿Muerto el perro se acabó la rabia? Para nada, puede que este asunto no haya hecho más que empezar. Y no es en absoluto irrelevante.
Constatado: quien ordenó el sacrificio de Excalibur, el perro de la enfermera infectada de ébola, es de una imbecilidad difícilmente superable; a saber:
Ese animal ha convivido con sus dueños estando Teresa contagiada; y es de esperar que se comportara…como un perro, claro: tal vez lamió la mano de algún vecino que lo acarició; puede que intentara comerse la merienda de algún niño despistado en algún parque próximo a su domicilio; quizás orinó en este árbol o en aquella pared; acaso hizo sus deposiciones al lado de un columpio infantil o en las cercanías de un banco en el que acostumbran a reunirse jubilados para tomar el sol, o en los terrenos en donde juegan a la petanca.
Nada de eso lo sabremos ya, porque ignoramos si el animal estaba infectado o no. Las autoridades (¿autoridades?) del ramo decidieron que ante el riesgo potencial de que el perro estuviera enfermo, era preferible matarlo sin averiguar nada más; ni siquiera después de muerto han analizado nada y, ya incinerado, eso tampoco será posible. Hay a mi juicio aquí actuaciones negligentes que atentan contra la salud pública, justo lo contrario de lo que, presuntamente, se pretendía evitar.
¿No es estúpido? Sí, sí lo es. Y, esta presunta, drástica, medida de seguridad, es además absurda porque como han explicado hasta la saciedad especialistas como Thomas Frieden, director de los Centros de Control y Prevención de Enfermedades de Estados Unidos, o Juan José Badiola, presidente del Consejo General de Veterinarios de España, entre otros, no está en absoluto acreditado que los perros puedan ser transmisores del ébola a los humanos. De manera que, también, quienes han dado la orden del sacrificio han infligido un dolor adicional a Teresa y a su marido seguramente innecesario. 
Y además de este desprecio por quienes son los verdaderos sufridores de esta historia (aunque el miserable del consejero de Sanidad de la Comunidad de Madrid trate de extender sospechas sobre si Teresa mintió a los médicos que la atendieron) hay a mi modo de ver abuso de poder sobre ellos y su mascota y no sé si daño a la propiedad, pues manifestaron reiteradamente que no deseaban la muerte del animal sino que fuera aislado y analizado antes de tomar, en su caso, la decisión definitiva...hasta nombraron un tutor al que de nuevo las autoridades (¿autoridades?) sanitarias no han hecho caso aunque se haya desgañitado en los medios informativos en defensa del animal...y del sentido común.
Y, finalmente, ¿qué podemos decir del juez que sancionó positivamente la orden de sacar a Excalibur del domicilio familiar y sacrificarlo? ¿tenía los elementos de juicio necesarios? ¿ignoraba las dudas de la comunidad científica? ¿no hubiera sido más de razón y precisamente, que ordenara el aislamiento del animal, una investigación sobre los usos y costumbres de sus dueños con él en esos días clave y los análisis pertinentes para, a la luz de es información, decidir en justicia?
Francamente, nada me sorprendería que en cualquier momento algún colectivo de defensa de los animales plateara un rosario de querellas: por negligencia de las autoridades con riesgo para la salud pública, por robo y hasta por prevaricación. ¿No debería verlo de oficio el fiscal?

domingo, 5 de octubre de 2014

Ya tardan las expulsiones

Sánchez se pone digno y dice que expulsará del PSOE a los que usaron las tarjetas black de Caja Madrid. Pues ya está tardando; es que cuando la mierda empieza a oler mal, no para.
Estoy seguro, sin embargo, de que su lentitud no tiene que ver con que los encartados no son militantes de poco rango a los que les dijeron un día tu ponte allí y ya si eso con lo que haya.
No, igual es que no es fácil expulsar a Acosta (recuerden, los acostistas y el Hotel Suecia) Zapatero (Virgilio: todo un rector magnífico) Espinar (un muñidor tras las bambalinas durante años y años) De la Riva (chico de moda un tiempo e influyente ex concejal del Ayuntamiento de la capital) Arteta (ex alcalde de Móstoles que tal vez podría ilustrar a la parroquia –junto con sus opositores municipales de la época- si lo del 3% pasaba solo en Cataluña)…
Pero no me parece que esa sea la razón, ya digo. Creo más bien que tendrá que ver con el honesto deseo de hallar evidencias sobre si la pasta sustraída lo fue para destinarla a asuntos turbios (no sé, putas –con perdón de las meretrices-, francachelas, cursos de los niños en Canadá,  y esas cosas) o si, por el contrario, se empleó…se empleó para…se emp….¿para qué coño pudo haberse empleado?
A ver, Sánchez: que son conocidas como tarjetas black, no sé si mesentiende: vamos, que no hace falta esperar a saber si se defraudó a la Hacienda pública, que de eso ya se ocupará el fiscal llegado el caso; que no vale con devolver el dinerín…que eso es lo menos que se debe hacer cuando te han pillao con el carrito del helao o de pronto te ha entrado un ataque de dignidad en lo más íntimo de una conciencia sobrevenida.
Hay que sacarlos del partido ya, o sea, mañana mejor que pasado y la razón es el solo uso de esas tarjetas opacas, sin más, sin matices, si  circunloquios. Es que todo el mundo sabe de dónde sale el dinero que hay en las cajas de los bancos, el que sacamos para ir al Mercadona, pagar la luz o el agua, pasar una semana en Cullera…: de los depositantes (incluidos los estafados con las preferentes) o del Estado cuando los rescatan como es el caso, es decir, de mi bolsillo y del bolsillo de usted, sí, de usted también Sánchez.
¿Y los del PP? Y a mí que me importan los del PP en donde el trinque es consustancial, o sea; ¿le vamos a pedir comportamiento ético al neoliberalismo? Hombre…que no está el horno para bollos. ¿Que a la izquierda siempre se le exige un plus de moralidad? Claro ¿les parece raro que así sea?

martes, 9 de septiembre de 2014

Mimetismos

Pedro Sánchez ha creado escuela. 

Como recordarán, hace algún tiempo, Felipe González instaló en el verbo orgánico la expresión “por consiguiente” y (aunque no estoy seguro si fue Alfonso Guerra) entre otras, una especie de onomatopeya, algo así como “quicir” resultante de comprimir “quiero decir” o "es decir" que usaba no tanto para pasar de inmediato a aclarar lo que acababa de decir, sino a modo de simple descansillo en el encadenamiento de las frases; esa forma de expresarse hizo mucha fortuna entre los militantes del PSOE. 
 
Rodríguez Zapatero, un tipo bastante inexpresivo (digamos que con esas cejas y esos ojos garzos, el gesto lo llevaba puesto) tenía un modo de mover las manos, alzando los hombros hacia dentro y un acento leonés que también adoptaron no pocos conmilitones enseguida, por ejemplo el secretario general del PSM, Tomás Gómez, mucho más sí mismo cuando fue alcalde de Parla… o Elena Valenciano u Óscar López; del pasado de estos dos personajes, estos dos últimos, tan grises, poco se, la verdad.
 
Rubalcaba, era mucho Rubalcaba y, tal vez por eso no resultaba fácil mimetizarse con esa especie de falso, estratégico, teatral, titubeo sobrevenido (no era así cuando fue ministro de González) salvo que uno fuese el humorista José Mota. 
 
Sánchez repite hasta la náusea ese latiguillo, “claro que sí” mezcla de condescendencia y buena voluntad que ya gusta mucho entre sus filas, aunque a Madina le ponga de los nervios; acaba de llegar como quien dice y ya he reconocido en su jefe de campaña, un tal Cepeda (al que vi ayer en un debate televisivo) esa mezcla de sereno posar, presunta firmeza conmiserativa cuando reprenden a los descarriados desde la estatura histórica de su partido, sonrisa profiden y caminar como de mantis amable o modelo de alta costura retirada; igual que su jefe, igual que la jefa de su jefe, Susana Díaz. 
 
Pero nada de esto es importante ni significa nada ¿verdad?

domingo, 7 de septiembre de 2014

Pujol y los símbolos

¿Qué es peor, la presunta corrupción de Pujol o la presunta  ingenuidad de González asegurando que Pujol no le parece un corrupto?
A bote pronto, naturalmente, es mucho peor robar que manifestarse acorde con la bendita inocencia con que la Providencia, siempre inexcrutable, dota a veces a sus criaturitas aunque tengan éstas más conchas que un galápago.
Pero desde el punto de vista, estrictamente (no se me vaya a entender de forma torcida) de la simbología social, tanto da.
A la mente le cuesta trabajo abarcar toda la complejidad de la vida, lo intrincado de las relaciones sociales y los vericuetos por los que transitan las ideas, las motivaciones y las conductas, individuales y colectivas. Es, sencillamente, que el ser humano resulta a  la postre incapaz de ser omnicomprensivo por más que lo intenten los filósofos.
Por eso hemos inventado los estereotipos y los tópicos que, por cierto, tienen una injustificada mala fama: nos ofrecen una realidad comprimida, asumible, que nos permite seguir viviendo con lo nuestro de cada día con solo echar una mirada en derredor; el problema es cuando alguien cree que a eso se reduce todo.
Por eso son necesarios también los símbolos aunque, obviamente, no sean suficientes para vivir.    
Pujol, como González, son símbolos: para la gente de mi edad lo son; son como señas de identidad de toda una vida: su nombre y su imagen evocan mi juventud; aluden a sueños de libertad, de modernidad; se refieren a lo que queríamos ser los españoles con esperanza incluso más allá de las ideologías y las opciones políticas…en fin, sería imposible enumerar aquí los infinitos perfiles de esa complejidad a la que me refería antes.
Por eso, cuando uno descubre que Pujol lleva robando a los españoles, a los catalanes y quien se pusiera a tiro toda la vida y González se manifiesta como lo haría un niño o un bobo o qué se yo, a uno se le pone cara de gilipollas, un semblante de una gilipollez infinita, injustificable, inexplicable, insoportable.

lunes, 18 de agosto de 2014

Báñez hace que se pierda la Fe

No sé si la actual ministra de Trabajo es la más nefasta de las posibles; carezco de la necesaria perspectiva para hacer semejante afirmación. Eso sí, puedo suponer que , puesto que se encomienda con fe a vírgenes y santos, cree más en las potencias celestes que en un ejercicio de su función acorde con los intereses de los ciudadanos que somos los que le seguimos pagando su sueldo con el propósito de que insulte nuestra inteligencia y nos joda cada día un poco más. Misterios de la naturaleza humana y divina.

Este es un relato algo intrincado; intentaré que resulte fácil de entender y, si no lo logro, crean que es la mente retorcida de quienes toman decisiones en el Ministerio la responsable y no yo: imaginen a alguien que nació en septiembre de 1953; esta persona está a punto de cumplir 61 años.
Supongan también que empezó a trabajar a los 26; sí, ya sé que para muchos esto es difícil de comprender, pero puedo jurar que, por entonces, eso ocurría y a menudo…que había trabajo para la gente joven, vamos.

En 2011 nuestro protagonista, que a la sazón ya tenía 58 años, se quedó sin trabajo por cierre de la empresa en la que prestaba servicio. Naturalmente cobró durante dos años la prestación por desempleo a que tenía pleno derecho. Y se acabó lo que se daba.
En ese punto y siguiendo la recomendación de la propia Seguridad Social, nuestro/a protagonista decidió suscribir un convenio particular a fin de seguir cotizando de modo tal que a los 61 años de edad alcanzara los 35 de cotización. ¿Por qué? Primero porque era consciente de que jamás volvería a trabajar y segundo porque ese esfuerzo a costa de sus ahorros le permitiría acogerse a la excepción de la norma general sobre jubilación voluntaria: la Ley 27/2011 y el Decreto 5/2013 preveían que si se había extinguido la relación laboral por cierre patronal y se tenían los suficientes años cotizados, era posible jubilarse al cumplir los 61 años; tal era el caso.

Así es que hasta hace unos días el/la protagonista de esta historia estaba tan contento/a porque el mes que viene celebraría su cumpleaños comenzando a cobrar su pensión; como se ha dicho, desde que se acabó el paro, lo que ha venido haciendo es meterle mano a los exiguos ahorros, de manera que aunque, por anticipar la jubilación de manera voluntaria perdiera del orden del 24 por ciento ya se comprende que su casa era una fiesta…a qué esperar a los 65, los 67 o vaya usted a saber.
Pero he aquí que con alevosía y agostidad, a este Gobierno depredador se le ha ocurrido suspender la mencionada excepción. El argumento es que al existir un convenio particular, se rompe la excepcionalidad…Sí, ya sé que usted, lector de buena fe no lo entiende; le aseguro que yo tampoco y puedo sostener que quienes suscribieron aquellos convenios, también de buena fe, lo entienden mucho menos.

Claro que la medida es ilegal, pues las normas antes citadas contemplaban que se aplicaría hasta enero de 2019 la tan repetida excepción y para nada hablan de otra cosa que de la edad y el período cotizado y la forma del cese en la relación laboral; más aún, como se ha dicho, esos convenios se firmaban muy frecuentemente por recomendación de la propia Seguridad Social. Y como es ilegal, ya se preparan baterías de denuncias contra los autores de este atentado, el enésimo. Largo me lo fiáis, naturalmente.
A nuestro amigo/a le han dado las vacaciones y está que trina. Dice que igual se apunta a la Yihad…y eso que era de misa diaria. Fétida Báñez no se da cuenta de que acabará por hacer que se pierda la fe; el obispo de san Sebastián, ese que dice que el aborto es como el despido libre, debería darle un toque.

jueves, 7 de agosto de 2014

De la moral y otras miserias

Chantal Pascaline y Paciencia Melgar, las enfermeras que cuidaban a Miguel Pajares se han quedado en Liberia infectadas de ébola. No son españolas y dicen en el Ministerio de Exteriores que son las propias autoridades liberianas quienes impiden que salgan del país. Van a morir sin remisión en unos pocos días.

Miguel Pajares, el religioso de 75 años gravemente enfermo, por desgracia, también va a morir probablemente de esa enfermedad que, como sabemos, es incurable. Pero es español y nuestro muy compasivo Gobierno lo ha traído -a él y a otra religiosa que no está infectada, guineana ésta como Melgar aunque, en este caso, tiene la fortuna de poseer pasaporte español- en un avión medicalizado, ha despejado a toda prisa de enfermos una planta de un hospital madrileño y logrará así hacer más llevadero el final de su vida a este misionero de larga y meritoria existencia. Nada que objetar, por supuesto. Nada que ver -pensar otra cosa sería pura demagogia, naturalmente- con que haya dinero para una repatriación francamente cara como ya comprenderán y no, por ejemplo, para atender casos extremos de dependencia o de acceso a determinados medicamentos vitales.

Es lo que hacen los países civilizados... cuando las cámaras están pendientes...mala suerte para los africanos (o, más bien, para los negros) que lo intenten en la valla de Melilla o en un cayuco.

El ébola fue descubierto en 1976 pero no había llegado a occidente. Hace unos días está ya en Estados Unidos y ahora en Europa. Con todas las garantías, claro.
 
Digo yo si al menos el avión de la Fuerza Aérea Española les habrá dejado a los que se han quedado una biblias o algo, o si las autoridades estadounidenses les enviarán a los liberianos, nigerianos, sierraleoneses y vecinos de todos ellos esa pócima (al parecer milagrosa) que están suministrando a dos de sus ciudadanos; a lo mejor a aquéllos les da también igual que sea un tratamiento experimental y tal y cual...o a ver si va a ser que no es tan experimental y es solo que a los laboratorios no les sale a cuenta fabricar y vender en lugares que para qué, oyes.

 

viernes, 18 de julio de 2014

Solo y Nada

Les contaré, si tienen a bien leer lo que sigue, una historia menor.
No tiene que ver con las prácticas genocidas al uso y el pasmo criminal de Europa y USA ; tampoco con la destrucción sistemática del estado del bienestar y el castigo injusto y suicida sobre una generación de europeos por parte de unas elites impunes, aquí en casa y, como dicen los esnobs, en nuestro entorno; ni siquiera con el cambio climático o la explotación del Ártico; y mucho menos con el filoetarra, bolivariano, goebbelsiano, castrista, populista y quizás hasta miembro del Frente Atlético, Pablo Iglesias.
Cerca de mi casa hay uno de esos establecimientos que responden al bonito nombre de gran superficie comercial. Disculparán que no dé más detalles pero no estoy seguro de si mi relato podría acarrear algún tipo de perjuicio a su protagonista y hasta represalias contra el o la responsable de la tienda por su permisividad al no haber denunciado ya el caso ante las autoridades competentes sean quienes sean y lo sean en lo que lo sean.
En la puerta de ese lugar y bajo una leve marquesina pasa los días un hombre de raza negra. Está allí desde que se abren las puertas hasta que, vencida la tarde, echan el cierre. Es un hombre joven, a lo sumo de unos 40 años. No sé cómo se llama. No sé de donde es.
Allí está, con un cestillo de mimbre a sus piés que recoge las monedas que la gente le da. Pero no mendiga ni vende La Farola. Ayuda a las personas mayores a subir las bolsas al coche; está pendiente del perro mientras su dueña pasa a comprar cualquier cosa que olvidó en una anterior visita; charla un rato con algún jubilado. Siempre da los buenos días. Siempre sonríe. Habla español como yo quisiera hablar cualquier otro idioma que no sea el mío.
Es pulcro. Viste impecablemente de sport. En invierno calza gruesas botas y en verano cubre su cabeza con un sombrero de paja al estilo de los antiguos segadores.
Está solo. No tiene nada. En sus ojos hay un leve rastro de algo que me ha costado identificar: es miedo.
¿Saben? Siempre que lo veo no puedo evitar pensar en cuántas personas de esas que se hacinan en el Monte Gurugú y de tanto en tanto se dejan la carne en las cuchillas de la miserable Europa, se cambiarían por él. Qué raro es todo, que hasta absolutos como “solo” y “nada” resultan relativos o, peor aún, son mentira.

sábado, 12 de julio de 2014

Mañana votan los militantes, pero todos nos jugamos mucho

Llevo toda la semana explicando a quien lo quiera escuchar (no crean, no hay demasiada gente, así de enconado anda el personal) que Pedro Sánchez no perteneció al Consejo de Administración de Caja Madrid y sí a la Asamblea; ese cargo, no remunerado, se ocupaba automáticamente por ser concejal del Ayuntamiento de Madrid. ¿Se le puede atribuir responsabilidad alguna en el desastre de la Caja? En puridad, no.

Es verdad que la Asamblea aprobaba las cuentas anuales, pero deducir de eso responsabilidad personal sería tanto como suponer que usted y yo la tendríamos en la hipotética quiebra de nuestra Comunidad de Vecinos toda vez que votamos propuestas de la Junta Directiva cuyo presidente acabamos descubriendo que era un chorizo.

En Caja Madrid, en realidad, las decisiones trascendentes las tomaba una camarilla –bien asistida de una cosa que se llamaba Comisión de Control y a cuyos responsables ha retribuido Ignacio González con bonitos cargos en el Canal de Isabel II-  que incluso ignoraba al Consejo, con Blesa , antes de Blesa y después de Blesa; durante años. Ese órgano, el Consejo, no era más que un cementerio de elefantes en donde iban a parar políticos grises pero muñidores de contubernios y alianzas, alcaldes en paro que había que colocar en alguna parte, sinvergüenzas conocidos y algún que otro tonto de baba que no lo era tanto a la hora de trincar. Y todo ello, bien aderezado –especialmente en la etapa en que gobernó la Comunidad Aguirre- por una salsa de la mejor tradición siciliana.

Ahora bien, no he entendido por qué Sánchez se ha quejado de “juego sucio” Lo mejor que pudo haber hecho era no sacar de su curriculum que perteneció a la Asamblea de Caja Madrid. ¿llama juego sucio a que se diga que así fue? Pero es que fue así. ¿consiste el juego sucio entonces en que se diga ahora en plena campaña? Pero si cree eso, lo que nos está diciendo es que considera preferible ocultar datos que pueden ser malinterpretados? Que mal rollo para alguien que pretende regenerar lo que sea que pretenda regenerar ¿no? Es que, como todo el mundo sabe, ocultar parte de la verdad también es mentir, aunque podamos llamarle pragmatismo, conveniencia o cualquier otro eufemismo de los que tenemos a nuestra disposición y que últimamente la parroquia tolera francamente mal.


Sánchez es quien más avales presentó junto a su candidatura a Secretario General; después vinos y oímos –yo al menos así lo ví y oí- que el más sólido es Pérez Tapias y, por último, desde hace algunas fechas vemos a un Madina que parece haberse sacado de encima la timidez y se ha soltado la melena por la izquierda aunque no llegue a lucir coleta. Mañana se vota: suerte, que vote mucha gente y que los militantes acierten: las dos cosas son necesarias. Nos jugamos mucho.

lunes, 7 de julio de 2014

El debate, o lo que fuera aquello

A mi juicio, el debate (por utilizar el nombre que le dieron los organizadores de la comparecencia a tres) de ayer del PSOE fue un interesante ejercicio.

Gana la política, sí, pero sin ponerse estupendos; vale para lo que estamos acostumbrados a ver.

La solidez intelectual e ideológica de Pérez Tapias está a años luz de los otros dos. Se dice que comprometía menos y de ahí su aplomo: hilaba mejor, no sudaba ni manoteaba como Madina, ni repetía un insufrible latiguillo como Sánchez; no entiendo estos comentarios ni el que pone el acento en la edad, repetido como un mantra recién adoptado y más propio de loros que de gente con fundamento.

Pero Tapias no quiere ser candidato ¿Será Secretario General? Lo dudo: parece estar al final de la cola en las preferencias de los militantes (por lo menos lo estaba hasta ayer como sabemos según la recolecta de avales) y su propia autoexclusión como candidato no parece ser del gusto de la mayoría. Ellos -los militantes- sabrán.

¿Entonces? Pues  mucho temo que habrá un Secretario General más bien irrelevante, lo cual es un desastre porque, obviamente, se habrá perdido una oportunidad, una más y casi no quedan. El gran líder carismático, devenido en profeta, ya lo ha advertido hace poco.

¿En realidad a mi, que no tengo carné, lo que me interesaría es saber es si estaba ayer en la palestra el candidato que saldrá de las primarias? Debería de intuirlo al menos, pero no me pasa.