Hoy es un día emparedado entre la comparecencia de
Mariano Rajoy de ayer y las recomendaciones de la Comisión Europea a los
Estados relativas al Semestre Europeo, concepto que pasa por ser la política económica de la UE, que se
conocerán mañana.
Hoy el dato es, por ejemplo, que los activos tóxicos del
Banco Financiero y de Ahorros, la matriz de Bankia, sobrepasan los 40.000
millones de euros; el hecho de que este conglomerado financiero anunciara
beneficios y luego admita pérdidas cien veces más elevadas que las ganancias
mentidas, es algo superado ya.
En fin, los acontecimientos en este asunto parecen ir a
tal velocidad que desbordan al más pintado. No es sorprendente pues que Rajoy
siga insistiendo en que una vez Bankia sea recapitalizada, saneada, mareada,
manoseada, y tal y cual, será vendida para que el Estado recupere lo entregado,
invertido, regalado, tirado… pero que en realidad no es dinero público y eso.
Igual sí, o tal vez no, pero Rajoy no lo sabe, porque no lo puede saber. No lo
es tampoco –sorprendente- que él insista en remitirse a una oscura e inoperante
subcomisión cuando se le pide que investigue y abra lo que viene siendo una
comisión de investigación en el Congreso, como toda la vida de Dios, o por lo
menos una como aquella con la que nos hostiaron la inteligencia cuando lo del Tamayazo. ¿El PSOE? Pues a sus
cosas del IBI, los curas y tal y cual.
Hoy el periódico La Razón titula a toda página: “Bruselas
antepone el control del déficit a la prima de riesgo” que es una frase absurda
con la que abrir un diario para no decir nada y cuyo incomprensible significado
no obstante, ilustra bien lo que cabe esperar de lo que mañana ha de decir la
Comisión: que la UE está grogui. O , si prefieren algo más fino, desbordada…como
Rajoy.
Si se sienten ustedes como si fueran el relleno de un sándwich
de Rodilla, o sea hechos papilla y bien apretaditos entre el hambre y las ganas
de comer, pues pierdan cuidado, es que es así. Por lo demás, cielos soleados y
temperaturas veraniegas; disfruten que son dos días.