miércoles, 20 de enero de 2016

El lío de los grupos de Podemos

Podemos ha engañado a sus socios en las confluencias prometiéndoles grupo parlamentario propio en el Congreso, aseguran avispados críticos de todo lo que huela a Podemos (y algún cabezón levantino que prefiere pelear en los tribunales...por ahora).
Así es que los socios eran todos tontos del culo y no se habían leído el Reglamento del Congreso en el que pretendían tener presencia singular. Que Podemos lo haya intentado hasta el final y que hayan sido PP, PSOE y Ciudadanos, constituidos en viejuna e interesada Mesa, los que han hecho una interpretación restrictiva del Reglamento es asimismo culpa de Podemos y, si se me apura, de Maduro o de algún ayatolá.

Los que tienen capacidad para interpretar y cambiar el Reglamento en un pis pas, dicen que lo que no se atiene a la letra estricta (también dicen que no se acomoda al espíritu, pero eso es porque fuman lo que no deben) es ilegal y ya no entran a discurrir sobre si la propuesta de cuatro grupos se acomoda mejor a lo que las urnas han dicho, sobre todo porque, con el ruido que arman, como para darles más altavoces; también alegan que lo que busca Podemos es más subvenciones y si aquéllos repiten (por activa y por pasiva…todo es últimamente por activa y por pasiva) que renuncian a la pasta, da igual, raca, raca. Es como si el legislador dijera que no puede legislar porque la ley lo prohíbe. Nivel.
Para mi que Errejón ha pensado que, visto lo visto, al tigre le da igual una raya más. ¿Cómo se va a gobernar en la práctica esta cosa que han registrado como herramienta de organización? Pues ya veremos. Al fin y al cabo, a tiempos nuevos formas nuevas, o gato blanco, gato negro, lo importante es que cace ratones. Pero, sobre todo, no deberle nada a quienes prefieren seguir con los viejos métodos. Lo contrario acaba hinchándose...siempre.