El
próximo sábado se celebrará una manifestación frente al Palacio
de Correos de Madrid, sede del Ayuntamiento, para pedir que Manuela
Carmena siga siendo alcaldesa. Yo no vivo en la capital, pero allí
estaré; la razón es que el asunto trasciende a mi entender de largo
el ámbito de lo municipal: es un ejemplo, para bien o para mal, de
como deben resolverse las cosas en una democracia madura, en una
democracia en donde hay gente honrada.
La
lista de Más Madrid ha sido la más votada. No voy a entrar en si el
PP reivindica el gobierno para quien obtiene más sufragios solo
cuando le conviene; enfangarse en la miseria moral ajena no merece la
pena ni siquiera en la dialéctica. Diré sí que, como sabemos, en
una democracia parlamentaria gobierna quien más apoyos consigue;
nada que objetar salvo un detalle no menor que el legislador tuvo en
cuenta en su momento: la singularidad de la representación en el
ejercicio del poder local es que si no hay tales sumas de los apoyos
necesarios, gobierne sin más preámbulos ni matices la lista que más
sufragios obtuvo.
¿Cuales
son las opciones? La más probable es que se concierten PP,
Ciudadanos y Vox y
Martínez Alméida (candidato del PP) sea alcalde. Les animo a que
revisen las intervenciones publicas de este sujeto y las comparen con
las de Manuela Carmena, puede que incluso si es usted es votante del
PP se le caiga la cara de vergüenza ante, como le gusta decir a un
amigo mío nada de izquierdas, tamaño indigente intelectual. Y
disculpen la disgresión a mi juicio necesaria. Es que eso es lo que se nos
puede venir encima...y cuando la estulticia empieza a ocupar espacio
tiende a expandirse como el pútrido e inflamable metano (que ya lo hemos visto) por eso digo que no es cosa solo
municipal aunque lo sea formalmente.
Decía
que esa es una de las opciones. Sin matices: no sirve lo que al
parecer le gustaría a Ciudadanos, que Vox aportara sus votos y acto
seguido desapareciera de la faz de la tierra como por arte de magia. No
riveritas, esta vez hay que mojarse hasta los sobacos, porque es lo
que tiene la derecha filonazi, que enseguida se viene arriba se pone
levantisca y chula y dice que nada de andalucías, que esta vez o
pillan cacho o no hay tu tía. De modo que Ciudadanos debe decidir si
el precio de sacar del Ayuntamiento a Carmena es dar poder y tronío
a la extrema derecha. O renunciar a hacerlo y dejarlo para mejor y más decente oportunidad.
Y
en eso llegó Errejón. Y propuso hablar del Ayuntamiento y de la
Comunidad con PSOE y Ciudadanos a fin de impedir que Vox decida cosa alguna sobre nuestras vidas. Y a mi me ha dado una envidia enorme de que
Manuel Valls no viva en Madrid. Quien lo hubiera dicho ¿eh?