lunes, 12 de diciembre de 2011

Confusión

 
Hay como varios mundos que no parecen tener nada que ver unos con otros.

Los llamados países emergentes nos comen por los pies, hasta el punto de que ya hay una corriente migratoria que hace cuatro días como quien dice, sería impensable: gente joven, probablemente la generación mejor preparada de la historia, hace las maletas y se larga en busca de lugares en donde haya cosas por hacer y puedan hacerse.

Aquí, en la vieja Europa, el poder repite hasta la náusea que solo el crecimiento nos salvará del desastre y, de tanto insistir, nos hemos creído que no hay nada que rascar: hay que mandar a la mierda el estado del bienestar para conservar el estado del bienestar.

Entre tanto, quienes más ensucian el planeta, China, India, y USA, no asumen compromiso alguno para evitar la porquería mientras sea posible y antes de que nos inunde para siempre. La inmensa mayoría de la comunidad científica alerta del peligro de un cambio climático irreversible, pero eso a los profetas del corto plazo se la suda y entre los felices e indocumentados sigue presente la seguridad de que “Dios proveerá”

Estoy confuso…somos tan poca cosa.