El próximo miércoles 23 se celebrará en Roma el tercer acto de lo que se ha llamado Un Plan B para Europa (http://planbeuropa.es/). Los días 19 a 21 de febrero pasado, tuvo lugar en Madrid la segunda cita, diez días después de la presentación de la iniciativa en Berlín y la agenda del movimiento incluye la convocatoria de una gran manifestación europea el 28 de mayo próximo coincidiendo con el aniversario de la Comuna de Paris.
En Roma, DIEM 25, Movimiento para la Democracia en Europa (http://diem25.org/home-es/) celebrará formalmente su primera asamblea y, además, se presentará la campaña ¡Transparencia en Europa ya! La asistencia es abierta, basta con registrarse, pero si no es posible la asistencia in situ, las sesiones se transmitirán enteramente por streaming a través de la plataforma cuyo enlace acabo de anotar. Además, DIEM25 ha habilitado un Foro de discusión que ya está operativo: http://www.diem25.org/forum/
Este movimiento ha logrado ya incorporar a más de
17.000 personas que han firmado un manifiesto fundacional (http://diem25.org/manifiesto/) entre
ellas personajes relevantes como el exministro griego de Finanzas Yanis Varoufakis (uno de los impulsores junto,
entre otros, a Oskar Lafontaine, que fue
presidente del SPD alemán y lo abandonó debido a la posición neoliberal que
defendía su partido según su criterio) Las incorporaciones significativas más
recientes son: Noam Chomsky, Ken Loach, James K.
Galbraith, Saskia Sassen, Walter Baier y Brian Eno o Julian Assange y Susan
George.
La historia más reciente de la Unión Europea se
escribe a base de acontecimientos tales como la crisis de Grecia, la entrega
sin condiciones a los intereses británicos, los recortes del derecho a la libre circulación
de personas que amenaza con cargarse el espacio Schengen y, sobre todo, la actitud
genocida del Consejo Europeo en la terrible crisis humanitaria de los
refugiados. La UE parece instalada entre dos egoísmos que amenazan con destruirla
a no tardar: el de los nacionalismos más rancios bien trufados de odio al
diferente y el de la clase dirigente que ensancha la brecha económica y social
más y más.
Un buen resumen
de todo eso es el TTIP (acrónimo en inglés de la Asociación Transatlántica de Comercio e Inversión) acuerdo que
negocian en secreto la Comisión y la Cámara de Comercio de Estados Unidos: Aquí
la información oficial: http://ec.europa.eu/trade/policy/in-focus/ttip/index_es.htm
pero si quieren una magnífica explicación sobre qué es y qué significa, la
tienen en el libro de Jorge Alcázar, breve y preciso: TTIP La gran amenaza del capital, Ediciones Foca, 2015. El TTIP (y
otros acuerdos como el TISA) es, más allá de un tratado comercial, un intento de
liquidar de un papirotazo lo que hemos conocido como el modelo social europeo,
algo a lo que asistimos ya progresivamente bajo la presión de conservadores y
liberales y la aquiescencia más o menos perpleja de la socialdemocracia
europea.
Un Plan B para Europa puede ser una ilusión, tal vez
una quimera, pero este movimiento transversal (este sí) va sumando adhesiones no solo de personalidades destacadas del
activismo social, sino también gente corriente, partidos políticos de la
izquierda europea y los verdes, sindicatos y asociaciones de la sociedad civil.
Veremos. Pero, sea como fuere, la movilización es ya imprescindible y empieza a ser urgente.