domingo, 5 de febrero de 2017

Payasos terroríficos, gilipollas peligrosos

No suelo hacer esto en mi blog, pero es que el artículo de Antonio Muñoz Molina que voy a enlazar, me parece una rara avis. Por eso recomiendo su lectura y por eso lo comento a continuación:

 
 
 
Interesante siempre el punto de vista de Muñoz Molina. Pero, a mi modo de ver, ni Trump ni Berlusconi tienen nada que ver con "lo nuevo" ni son "trasgresores" ni son "rompedores" ni su estilo de comunicación tiene nada que ver con la novedad creativa. Salvo porque rompen cosas e ilusiones ¿Qué tienen de rompedores -en el sentido en que se emplea el término para referirse al arte y la cultura- Bush, Blair, Jonson o Trump? La referencia a Rimbaud vale como provocación o yo no conozco nada a Muñoz Molina. Pero no, no. Son reaccionarios, y la reaccion no propende a lo nuevo; busca solo la perpetuación del estado de cosas. Ni siquiera son lampedusianos: dan un puñetazo encima de la mesa para ocuparla de nuevo, ahora sin acompañantes incómodos; lo de siempre. Trump no tiene nada de nuevo; no es antisistema sino una excrecencia del sistema. No creo que acabe con Trump el famoso checks and balances tan carareado. Pero quizás sí, espero que sí, lo haga la sociedad civil estadounidense. Nada, por último, tienen que ver a mi juicio, las nuevas tecnologías con lo que pasa; Trump es igual de peligroso con Twitter que sin Twitter. Ese comentario es demasiado elemental y, con perdón, no está a la altura del resto del artículo, como no lo está la referencia a los "apóstoles de las nuevas tecnologías" tontos hay en todas partes, eso es todo. No, más valdría preguntarse por qué es presidente de Estados Unidos Trump; por qué ha ganado en las urnas como lo hicieron Hitler o Musolini, sí, o Berlusconi. Por qué no aprendemos y qué parte de responsabilidad tienen quienes por acción u omisión dan a luz a estos payasos terroríficos, gilipollas peligrosos; conviene no engañarse, en democracia el votante es corresponsable, sí, pero a menudo no es alguien ideologizado sino más bien un sujeto reactivo; Sí, más aportaciones como esta de Muñoz Molina -alguien que me parece de una honestidad intelectual fuera de duda- y más debates al respecto nos hacen falta; hay demasiados personajes, profesionales de la cultura y el pensamiento, de esos que abominan de las nuevas formas de comunicación pontificando desde sus torres de marfil cuando debieran ser ellos quienes ayuden a construir otras estéticas y otras poéticas contando, por cierto, con esas nuevas formas de comunicación, que están para quedarse, aunque a ellos les den mucho miedo porque no las comprenden o porque temen que les pongan al descubierto sus vergüenzas.