domingo, 3 de julio de 2011

Negro sobre negro

La Real Academia de la Lengua debería añadir un nuevo significado al término “indignados” Detecto cierta confusión, pelín interesada desde luego. Quiero decir, por ejemplo, que sin duda hay indignación entre los militantes y votantes (ya sean éstos de toda la vida de Dios o se trate de compañeros de viaje de carácter más o menos coyuntural, útil, etc, o sea, de centro y tal) del PP,  pero esas gentes, salvo excepciones, no suelen manifestar simpatías por el 15-M sino más bien una especie de repeluco estético-moral por así decir, mal disimulado. Me refiero claro está a los demócratas convencidos y en absoluto a los que estarían dispuestos a dinamitar la democracia, que haberlos, los hay. Se trata, en todo caso, de una indignación distinta: la de los primeros es con Zapatero y, en general, con todo aquello que huela a izquierda u olió a izquierda alguna vez, que esa es otra; la de los segundos, esto es, los que se muestran activos o simpatizan de verdad con lo que repesenta el 15-M, es con Zapatero (por motivos similares solo en primera lectura)…y con más cosas.
Los segundos son los que se sienten decepcionados (“no nos decepciones”) y se indignan o no (con Zapatero, con la Europa de los mercaderes, con los mercados, con el FMI…), aunque todos firmarían bajo el rubro “indignados” sin  problema alguno, bien porque su decepción es sincera pero pacífica, o porque, más beligerantes, opinan que Zapatero debería haberse ido hace tiempo dejando que el PP hiciera política de derechas como corresponde.
Por supuesto, hay quien opina –creyéndose la hostia de modernos- que ya no hay política de derechas y de izquierdas: no dejemos que nos distraigan, porque eso si que es de derechas y, por cierto, más viejo que la tos.
En fin, últimamente oigo la siguiente tesis a la que estoy por apuntarme: en efecto, Zapatero debiera haberse ido y si no lo ha hecho, es porque le mueve una mezcla de mesianismo y estulticia, y no por sentido de la responsabilidad; o tal vez también, pero responsabilidad de vuelo corto: la izquierda posible ha hecho el trabajo sucio, ahora abre el camino a la derecha y cuando esta la emprenda a leches con el estado del bienestar (que lo hará) ¿a quien podrá recurrir el votante no ya de izquierdas, sino el que vota coyuntural, el que vota útil, el que construye su ética civil según sus intereses? Después del PP ¿qué?