Dice el Diccionario de la Real Academia que “posible” es “que
puede ser o suceder”, “que se puede ejecutar” o bien, “posibilidad, facultad,
medios disponibles para hacer algo y bienes, rentas” o “medios que alguien
posee o goza”. Y “posibilidad” es “aptitud, potencia u ocasión para ser
o existir algo”; “aptitud o facultad para hacer o no hacer
algo” y ”medios
disponibles, hacienda propia”
Sin
necesidad de acudir a las definiciones de la RAE siempre me pareció que esa
frase tan recurrente de “hemos vivido por encima de nuestras posibilidades” era
falaz e infame porque en boca de quienes solían utilizarla con más frecuencia,
era un manipulador intento de atomizar responsabilidades sobre los males que
nos aquejan de tal modo que, como corresponde a una estrategia más vieja que la
tos, si todo el mundo es responsable, en la práctica nadie lo es.
No
nos detengamos demasiado en eso. No, no hemos vivido por encima de nuestras
posibilidades más allá de las conductas irresponsables que siempre las hay y,
eso sí, la ineptitud, la estupidez y la corrupción de los administradores de lo
público.
A
mí me parece que es ahora cuando ya vivimos por encima de nuestras
posibilidades. Y esta vez, en sentido literal, en referencia a cualquiera de
las acepciones que la RAE otorga a los términos “posible” y “posibilidad”
Por
supuesto que hay gente a quien no le afectan las penurias. Como es lógico, no
me refiero a tan afortunados mortales, sino al personal corriente, como usted y
como yo. Me refiero a las cosas a las que nos enfrentamos en la vida cotidiana,
cosas que ya se me antojan de otra época, de aquellos tiempos en que éranos un
país en crecimiento, un mileurista
era un pobre desgraciado y un funcionario un ser que suscitaba de todo menos
envidia; o sea, nada que ver con lo de ahora. Cosa, en definitiva que ni se les
pasan por la cabeza a nuestros gobernantes, empeñados en no enterarse de casi
nada.
Se
me entenderá enseguida si pongo dos o tres ejemplos entre tantos:
Imaginen
que ahora mismo venden su coche (porque han decidido ir a pie el resto de sus
días o porque no lo pueden mantener, o qué se yo). Supongamos que el seguro que
tienen contratado está vigente hasta finales de 2012 y que al comprador no le
interesa un cambio de titularidad. Lo lógico sería que la compañía aseguradora
les reembolsara la parte proporcional de la prima correspondiente al periodo
que media entre la venta del automóvil y el vencimiento de la póliza, ya que no
utilizarán la cobertura y, sin embargo, la han pagado de forma anticipada. Pues
no, no se la devolverá. Y esto, que en otros tiempos no merecería más que
mentarles la madre un poco y a otra cosa, hoy puede llegar a producir bastante
irritación si consideramos que robar es malo, pero robar a quien está
necesitado es peor.
Y
¿qué me dicen de los departamentos de sacarnos la pasta a través de líneas 902?
Nadie admite que en las empresas y en las administraciones existan semejantes
unidades de negocio, pero yo creo que, aunque son secretas, sí existen; ¡cómo
no si en algunos casos es la más rentable! Estos servicios se multiplicaron de forma exponencial en los últimos años,
los de la bonanza; antes, cuando éramos un país que iba a toda mecha, pues nos
sentaba mal tener que llamar a uno de esos números de pago, pero no hacíamos un
mundo de eso. Ahora que el que más y el que menos mira el centimillo, moléstense
en hacer algunos números y verán qué risa.
Por
acabar con otro ejemplo: se les rompe la tele, algo que en determinadas
circunstancias puede ser una verdadera catástrofe familiar. Acudan a las
páginas amarillas: encontrarán bastantes empresas que ofrecen un servicio de
atención 24 horas como si fueran las urgencias de un hospital o el cuartelillo
de los bomberos o un país de ensueño. Irán a su casa, se llevarán el aparato
sin mirarlo y, ya si eso, le llamarán para decirle lo que le pasa…y le cobrarán
no menos de 39 euros (lo he comprobado) por este singular servicio de consultoría. Aparte de lo que cueste arreglar
avería. ¿Saben qué? Si les dices que les llevas tú el aparato al taller te tratan
como al paleto que seguramente eres.
Y
así podría estar contándoles y contándoles. Pero tal vez baste con hacer una
pregunta ¿ustedes creen que con esos mimbres alguien que cobra un subsidio, o que
no cobra nada de nada, o que cobra menos de 1.000 euros al mes (la mitad de la
población española, según el INE) puede vivir? Pues sí, claro que puede…por
encima de sus posibilidades. Ahora sí.