Se
aleja uno un par de días de la rabiosa actualidad y es que a la vuelta es imposible asimilar que somos un gran país.
Resulta
que el partido que quiere sanar homosexuales, silenciar la violencia
machista, terminar con las Autonomías y los emigrantes, además de
otras muy nobles empresas, hace público un acuerdo secreto con otros
dos partidos, PP y Ciudadanos, que se erigen en adalides de las
libertades y de la Constitución, según el cual los filonazis tendrán poder en
las instituciones y, por tanto, pueden dedicarse con toda paz a
dinamitar por dentro la democracia y a perfumar de nuevo España de
sovaquina y repollo rancio. Curioso: cómo son esos tipos y tipas de
Vox que, ofendidos y cabreados como mandriles porque se
les ha engañado, aparecen envueltos en un halo de honestidad: es que
ellos no se esconden y van por la vida por derecho, no como esos
mierdecillas; total que sea secreto el acuerdo es una bobadita de
nada. Tiene pelotas la cosa. Esos piernas con Casado y Rivera a la cabeza, son liberales mentirosos y tratan de llevar al huerto a los españoles de bien de toda la vida, gente inocente, sana y noble que
por fin ha despertado impasible el ademán. Que hayan embaucado también a sus votantes es cosa menor pues que los tales votantes no los sacan de
las poltronas que han logrado trampeando a hostia limpia.
En
esto que Sánchez se larga a Japón a codearse con la flor y nata de
la élite mundial y nos deja en un pasmo: irá a la investidura tenga
o no tenga los apoyos necesarios; con un par el tío. Bueno, nos deja
más: nos deja el eco, eco, ecoooooo de 2015 que propalan sus
vocerillos, Lastra, Ábalos y esa impagable Carmen Calvo: ya está
otra vez Iglesias con que si la abuela fuma para acabar votando con el PP e impidiendo que haya un gobierno progresista con 123 diputados
y mucho cariño que dar a diestra y a siniestra y al puritito centro, sea lo que sea un el centro. Es que esos comunistas
no se enteran que en Dinamarca por ejemplo ya hay un gobierno
“cooperativo” y en Portugal uno de colaboraçao, que no es que a los estrategas de Ferraz les ponga la semántica, sino que la
socialdemocracia se reinventa cuando hace falta.
Tiene sentido: 123 y un cheque en blanco es mejor que 165 y una mosca
cojonera, donde va a parar. ¿Que las urnas han interpretado otra
música y que eso de marear la perdiz, evitando la investidura a
sabiendas y retrasándola dos meses con tal de tener a quién echar la
culpa de unas nuevas elecciones, es una estafa al pueblo soberano?
Qué va, qué exageración.
Y
entonces, TVE entrevista a Otegui. ¿Interés informativo? ¿libertad de expresión? Bah, para nada: el acabose, las columnas basales
de la democracia se vienen abajo y Fraga desciende sobre nuestras
cabeza a bordo de una flamígera nave-gaita y nos fulmina a todos por
consentirlo con fuego de queimada ¡dracaris!. Lo de “entrevista” es una forma de llamarle al pim
pam pum de unas gentes, periodistas por mejor nombre, que se
dedicaron a preguntar al ínclito insistentemente si pedía perdón a
las victimas del terrorismo. Otegui es un sujeto que fue juzgado y
estuvo en la cárcel y aún cumple condena inhabilitado para ocupar
cargos públicos. Es también el líder de EH Bildu, partido político
legal, es decir, que cumple la ley y hay gente que le vota; cuatro
escaños tiene en el Congreso de los Diputados, oiga. Pues no, no hubo tal
entrevista, pero al decir de los más y mejor informados y nada
delirantes analistas, esta aparición en la televisión pública es
un blanqueo del ex-etarra (o etarra a secas para que nos vamos a andar con sutilezas) por parte de Sánchez que se debe estar
desternillando de la risa tumbado panza arriba en el tatami: le va a
necesitar para la investidura, vocifera la iracunda
parroquia.
Joder,
y la ola de calor no ha hecho más que empezar.