Primera
opción:
«Para
hacer presidente a Pedro Sánchez es fundamental llegar a un acuerdo
integral de gobierno de coalición, acuerdo programático y de
equipo, sin vetos, donde las fuerzas de coalición tengan una
representación razonablemente proporcional a sus votos»
Segunda
opción:
«Para
hacer presidente a Pedro Sánchez, ya sea con voto a favor o por
abstención basta con la propuesta del Partido Socialista, un
Gobierno integrado únicamente por el PSOE, colaboración en niveles
administrativos subordinados al Gobierno y acuerdo programático»
Son
las propuestas que, desde las cinco de la tarde de hoy, están
votando los inscritos de Podemos (que yo sepa, por cierto, no se
pregunta a los militantes de IU y Equo) Es una consulta viciada
porque la segunda opción, deliberadamente imprecisa, solo recibirá
el aplauso de los más despistados que no capten o les de igual el
tufo de entreguismo que destila también a posta.
Solo
queda el sí abrumador a lo que Iglesias viene defendiendo, es decir,
la primera propuesta, algo que el PSOE no aceptará. ¿Sólo? No, no
sólo queda eso,
porque habrá una gran abstención. Teresa Rodríguez ya ha anunciado
su oposición frontal -insulto a la
inteligencia lo llama- porque
dice que no se concretan los contenidos ni las políticas que
debieran condicionar la investidura.
Pero además están quienes, hartos ya de estos tejemanejes y de la
actitud del PSOE, preferirían que UP rompa la baraja, le de la
investidura a Sánchez para evitar elecciones pero le anuncie que no
será socio preferente (otra ridícula trampa del PSOE) sino leal
oposición de izquierdas y cuando el gobierno monocolor quiera algo,
que cuente sus votos, pida por esa boca y ya se verá.