viernes, 24 de abril de 2015

La Comisión Europea cede a las presiones y agiliza la entrada de transgénicos en Europa.

La posición que acaba de adoptar la Comisión Europea en relación con los transgénicos es de una gravedad extraordinaria. En esta ocasión cederé el espacio de mi blog a la nota que ATTAC ha hecho pública y que entiendo explica perfectamente lo que representa la mentirosa y seguidista actitud de la Comisión ante los intereses de las transnacionales del ramo: 




"La nueva propuesta de Reglamento sobre importación de organismos modificados genéticamente (OMG) de la Comisión Europea desmiente sus afirmaciones de que no se plegará a las presiones de EEUU sacrificando preocupaciones ambientales y de salud en aras del libre comercio.


La Comisión Europea ha afirmado reiteradamente que los transgénicos quedarían fuera de las negociaciones del Tratado de Libre Comercio con Estados Unidos (TTIP), y que este acuerdo en ningún caso pondría en peligro la seguridad de los alimentos en la Unión Europea . Sin embargo, la propuesta de normativa de la Comisión de 22 abril 2015 constituye un claro intento de agilizar la entrada de OMG en la Unión Europea, y elimina de un plumazo la posibilidad de que los gobiernos puedan prohibir la entrada de este tipo de productos en su territorio por razones ambientales o de seguridad alimentaria. La propuesta de Reglamento de la Comisión se presenta como un avance en la “democratización” de las decisiones europeas sobre importación de OMG, pero en realidad supone un claro retroceso encaminado a agilizar el proceso europeo de autorización. Lo más grave, no obstante, es que elimina la posibilidad de que los países se acojan a la cláusula de salvaguardia que ha permitido a los gobiernos hasta ahora responder a las legítimas preocupaciones ciudadanas por cuestiones de salud y medio ambiente. 

El proceso de autorización de OMG en la Unión Europea permite a la Comisión dar luz verde a un producto modificado genéticamente en caso de falta de acuerdo del Consejo. La Comisión ha utilizado de forma sistemática esta prerrogativa, aprobando nuevos OMG sin tener en cuenta las objeciones de los gobiernos y de la ciudadanía europea. La propuesta de Reglamento de la Comisión reconoce este déficit democrático y propone cambiar las normas existentes, eliminando de la regulación comunitaria la citada cláusula de salvaguardia y permitiendo en cambio a los países prohibir el uso de OMG con fines alimentarios. Todo ello con la excusa devolver a los países su capacidad decisoria. A primera vista, esto parecería positivo. Pero no es así cuando se analiza la letra pequeña. La nueva normativa ni siquiera menciona el principio de precaución y no permitirá en ningún caso a los gobiernos alegar razones ambientales ni de salud para prohibir un OMG en su territorio. Además, establece claramente que toda prohibición estará supeditada a unas normas internacionales comerciales (sobre no discriminación a las importaciones, por ejemplo), que en la práctica dificultarán enormemente cualquier decisión en este sentido. De aprobarse, de hecho, la propuesta de Reglamento consolidaría un proceso de autorización cuya decisión última se sustrae al control democrático, y que otorgaría mayor peso decisorio a los dictámenes de la Agencia Europea de Seguridad Alimentaria (EFSA), cuyos conflictos de interés han sido criticados duramente por el Parlamento Europeo.
Paralelamente, la Comisión está contemplando la posibilidad de aprobar en los próximos días la entrada en la Unión Europea de 17 nuevos OMG para consumo humano o animal. Los nuevos OMG incluyen variedades de maíz y de soja tolerantes a distintos herbicidas, incluido el glifosato, clasificado recientemente por la Organización Mundial de la Salud como probable cancerígeno . También está previsto renovar la autorización del NK-603, un maíz transgénico cuya aprobación en 2007 fue muy controvertida, al revelarse la existencia de datos que sugerían su posible toxicidad. La Comisión podría dar luz verde asimismo en los próximos días a la entrada en Europa de varios OMG de los denominados de rasgos “combinados”, que incorporan varios caracteres transgénicos. Estos OMG han sido desarrollados por la industria en respuesta a la proliferación de superplagas y de malas hierbas resistentes a los pesticidas utilizados en los cultivos transgénicos, y acrecientan la dependencia agrícola de agroquímicos tóxicos y su acumulación en los alimentos. Por otra parte, en la evaluación de estos productos no se han tenido en cuenta los efectos sinérgicos que podrían producirse al combinarse varios de estos rasgos en una misma variedad. Todas estas propuestas vienen siendo consideradas en Bruselas desde hace algún tiempo. Pero resulta significativo el hecho de que la Comisión agilice su tramitación justamente coincidiendo con el inicio de la 9º ronda de negociaciones del TTIP en Nueva York, y seguramente esta coincidencia no es casual. Hasta ahora, un proceso más riguroso y lento de autorización en la Unión Europea ha supuesto la pérdida de un importante mercado para las exportaciones agrícolas más importantes de EEUU (la soja y el maíz), por lo que abrir los mercados europeos a las exportaciones estadounidenses de transgénicos es uno de los objetivos de las negociaciones del TTIP. Se trataría, ni más de menos, de una muestra de buena voluntad por parte de la Comisión Europea, que se pliega a las demandas de Estados Unidos -y de la propia agroindustria europea- en lo que respecta a regulación y aprobación de OMG. 

La propuesta de Reglamento deberá someterse todavía a un largo proceso de debate y aprobación por parte del Parlamento y del Consejo Europeo. Por todo ello, las organizaciones firmantes reclaman la retirada de la propuesta de normativa sobre autorización de transgénicos con destino alimentario (y piensos), y exigen a la Comisión que cumpla sus promesas de democratización y no sacrifique la soberanía alimentaria, la salud de los ciudadanos y el medio ambiente a las exigencias del libre comercio"

martes, 21 de abril de 2015

TTIP, ronda de negociaciones…y van nueve.


Desde ayer y hasta el viernes próximo día 24 está teniendo lugar la novena ronda de negociaciones de la Asociación Transatlántica de Comercio e Inversión entre la Unión Europea y los Estados Unidos (más conocida como TTIP, su acrónimo en inglés) en Nueva York. ¿Quieren conocer el orden del día y acceder a los documentos de trabajo de las reuniones? Pues inténtenlo, a ver si tienen más suerte que yo…que yo y que cualificados responsables políticos en el Parlamento Europeo. No se molesten en preguntar en las sedes españolas de los grandes partidos políticos: ponen cara de no saber de qué les hablas.

Al frente de los negociadores el español Ignacio García Bercero (derecha en la foto), director de la Dirección General de Comercio de la Comisión Europea y Dan Mullaney, experto en negociaciones con la Unión Europea y asesor legal de Estados Unidos en la Organización Mundial de Comercio. ¿Qué legitimidad tienen ellos y quienes les mandan para negociar algo que muchos consideran el mayor atentado a la democracia desde que existe el mundo y el penúltimo asalto del neoliberalismo a la voluntad de los pueblos para decidir sobre sus vidas y haciendas? Ninguna…pero ese es asunto que ahora no toca.

Ahora me gustaría llamar su atención sobre uno de los episodios de manipulación que suele protagonizar la Comisión Europea en su empeño de que el TTIP salga adelante cueste lo que cueste. Suele sacarse de la chistera algún informe parcial, sectorial, a veces de conjunto…para animar el cotarro. También esta vez lo ha hecho: se trata de una encuesta que dicen haber realizado a lo largo de 2014 y que, según el comunicado de prensa que ha distribuido la Comisión “…demuestra importantes beneficios para las PYME en la Asociación Transatlántica de Comercio e Inversión (ATCI siglas en español del TTIP) entre la UE y los EE.UU” Como yo no soy capaz de ver esa demostración en ningún sitio, inténtenlo ustedes: http://trade.ec.europa.eu/doclib/docs/2015/april/tradoc_153348.pdf.
Lamento no poder facilitarles el documento en español…pero esa es también una de las características de cuanto envuelve las negociaciones, la ausencia total de facilidades para que se enteren la mayor cantidad posibles de súbditos de los sacrosantos mercados.

Según la citada nota de prensa la demostración de los importantes beneficios está en que “…las PYME ya se encuentran entre los grandes beneficiados del comercio transatlántico. 150 000 PYME exportaron a los Estados Unidos en 2012, lo que representa el 28 % del total de las exportaciones de la UE a ese país…” Sí, es como aquello de “…la parte contratante de la primera parte…” o lo de “…como acalde vuestro que soy os debo una explicación y esa explicación que os debo…” Lo que viene siendo un diálogo de besugos, vaya. 

Claro, hay retos, dice el comunicado que dice el informe que dicen las pymes; y aquí el bonito lenguaje tan habitual en la UE tan vacío de contenido y tan aparentemente no comprometido: según las pymes encuestadas tales retos se derivan del “cumplimiento de las normas técnicas y de la reglamentación para todas las mercancías, que es el tema más citado; acceso a la información sobre qué reglamentación se aplica a su producto. Cerca de un tercio de los encuestados no estaban en condiciones de identificar la verdadera fuente (es decir, el Gobierno Federal de los Estados de los Estados Unidos) del  problema reglamentario al que se enfrentan; estar excluidos del mercado, como ocurre en muchas partes de la contratación pública” (esto de meter el dedo en el ojo al sistema público que paga los salarios de los burócratas de Bruselas, les encanta a los burócratas de Bruselas) ; cumplimiento de la normativa aduanera, lo que pueden llegar a ser muy costoso y actúa de facto como barrera comercial; y diferencias de normativa entre los Estados de los EE.UU” 
Pues muy bien, para eso son las negociaciones ¿O no?

Pues no. O no parece; o quién sabe; como digo, la negociación es secreta incluso para los parlamentarios.

En una entrevista que el muy notable jefe de los negociadores europeos García Bercero concedió a Carne Cruda.es http://carnecruda.es/2015/02/19/en-el-ttip-no-aceptaremos-nada-que-perjudique-a-los-europeos/ el pasado domingo, decía esto: “Sobre las pequeñas y medianas empresas, el 50% de las exportaciones españolas las hacen pymes, las pymes tienen un papel muy importante en los mercados de exportación. Si conseguimos que se eliminen derechos de aduanas que son excesivos, si conseguimos que la reglamentación en Estados Unidos sea más transparente, que donde sea posible evitar duplicaciones que no tienen ningún valor para los consumidores, esto va a crear una posibilidades para las pymes que no necesitan las grandes multinacionales, porque estas siempre encuentran las formas de exportar a los mercados. Yo creo que aquí hay oportunidades para las pymes y en la Unión Europea” Mucho rigor argumental, como leen.

Alma de cántaro…cualquier día le darán un puestecillo de nada en una multinacional.

martes, 14 de abril de 2015

TTIP: una lluvia de oro…y de azufre


El próximo día 18 de este mes de abril un número muy grande de organizaciones de la sociedad civil española (también en toda Europa y algo menos en USA) van a manifestarse en la calle en el Día de Acción Global contra el TTIP (Transatlantic Trade and Investment Partnership)

A mi me parece que el Día de Acción Global contra el TTIP, con ser una cosa pequeña, una movilización que no sacará a la calle a millones de personas, es un toque de atención sobre algo que, junto con la lucha contra el cambio climático, constituyen causas en las que deberíamos implicarnos la gente corriente hasta las cejas…nos va en ello la propia supervivencia. Es que hasta la batalla contra el hambre y las desigualdades también se está librando en este escenario. 

Susan George en Los Usurpadores (Icaria Editorial, marzo 2015) describe así la escena: “los asistentes picaban piruletas de foie gras bañadas en chocolate fundido mientras discutían sobre la potencial bonanza empresarial que derivaría de las negociaciones comerciales transatlánticas recién iniciadas entre Europa y Estados Unidos. La finalidad de tales negociaciones es armonizar los sistemas regulatorios de EEUU y Europa para que las empresas puedan atenerse a un solo estándar…”

Usted seguramente habrá oído campanas…pero poco más. Es natural, la mayor amenaza a la democracia jamás conocida es un secreto que guardan celosamente como dos delincuentes conjurados varios actores de la escena internacional entre los que destacan La Comisión Europea y la Cámara de Comercio de Estados Unidos. Ah ¿que quién ha votado a esta gente para que se pongan a organizarnos la vida? Nadie.

Lo que describe George es una reunión de despachos de abogados estadounidenses con filiares en Bruselas, dedicados a la labor de lobby en las instituciones de la Unión Europea y, en cuanto sea posible, a representar a las empresas transnacionales en el lucrativo negocio de demandar a los estados ante una suerte de entidades de arbitraje que, de facto, devienen en una especie de tribunales privados. Es lo que se conoce como disputas ISDS (Investor-state dispute settlement) algo que la Wikipedia explica muy bien: “…es un instrumento de derecho internacional público, que otorga a un inversor extranjero el derecho a iniciar un procedimiento de arbitraje de diferencias contra un gobierno extranjero (el ‘estado anfitrión’). Las disposiciones que prevén la ISDS se encuentran en un gran número de tratados bilaterales de inversión, en algunos acuerdos comerciales internacionales, como el capítulo 11 del Tratado de Libre Comercio de América del Norte y en los acuerdos internacionales de inversión, tales como el Tratado sobre la Carta de la Energía. Si un inversor extranjero de un país A (Estado de origen) invierte en el país B (Estado Receptor), ambos han acordado el ISDS, y el estado anfitrión viola los derechos reconocidos a los inversores … entonces este inversor puede someter el asunto a un tribunal arbitral. … El ISDS, de hecho, a menudo se lleva a cabo bajo los auspicios de los tribunales arbitrales internacionales que se rigen por diferentes normas o instituciones, como el Tribunal de Londres de Arbitraje Internacional, la Cámara de Comercio Internacional, el Centro de arbitraje Internacional de Hong Kong o el Reglamento de Arbitraje de la CNUDMI”

¿Ficción literaria? Busquen en las hemerotecas, porque esto en realidad no es nuevo…los antecedentes son variados y han venido tomando la forma de acuerdos bilaterales; no de la dimensión que implica el TTIP, claro. Solo citaré aquí un ejemplo real: en 2012 un tribunal de arbitraje (http://justinvestment.org/2012/10/icsid-orders-ecuador-to-pay-1-7-billion-to-occidental-petroleum-interview-with-the-ecuador-decide-network/) fijó una indemnización de 1.770 millones de dólares a favor de Occidental Petroleum en la resolución de una demanda presentada contra Ecuador  en concepto de contraprestación pues el gobierno de Correa había impedido que la empresa perforase en una zona catalogada como reserva ecológica. Apunte: no tiene que ver este asunto con debates tales como el de la deuda legítima o ilegítima, o la concesión por parte de las Administraciones en la contratación pública de compensaciones para el caso de que los negocios no satisfagan las expectativas de las empresas (Radiales de Madrid, Castor…el mal ejemplo cunde enseguida) pero seguro que a ustedes se les antoja que estas criaturas del neoliberalismo están todas emparentadas. Ah ¿que de qué mandato ciudadano procede el International Centre for Settlement of Investment Disputes, tribunal de arbitraje que condenó a Ecuador? De ninguno. ¿Qué quien legitimó específicamente a las autoridades autonómicas de Madrid para realizar infraestructuras muy poco útiles que hipotecarán a varias generaciones? En puridad, nadie.

Bueno, lo de Ecuador pasa porque al fin  y al cabo es la historia de siempre, ley de vida, el volumen de negocio de Occidental Petroleum comparado con el PIB del pequeño país americano hace que la relación sea muy desigual, podría asegurar algún pragmático muy, pero que muy, voluntarioso ¿Sí? Lean esto: “E.On presenta una demanda contra el apagón nuclear decretado por Angela Merkel” http://sociedad.elpais.com/sociedad/2011/11/15/actualidad/1321311615_850215.html Sí, en este caso la demanda se presenta ante una institución legítima del estado alemán, el Tribunal Constitucional…pero fíjense en los argumentos de la empresa; seguro que los desahucios en España les parecen igual de inconstitucionales que el apagón nuclear alemán.

Pero volvamos un momento al fondo de la cuestión. Revisitemos la divertida reunión de las piruletas de foie. Decíamos que la finalidad del TTIP es “armonizar” los sistemas regulatorios. Qué bonito eufemismo. ¿Qué significa “armonizar” bella y conciliadora palabra, palabra buen rollito la podríamos denominar? Pues, de nuevo pongamos un ejemplo. En Europa, a la hora de fijar estándares de calidad, de protección medioambiental o de la salud, etc, rige lo que se conoce como el principio de precaución que viene a decir algo así: “si no estás seguro, no lo hagas” En USA, en cambio, si Monsanto pongamos por caso, desarrolla un nuevo cebollino transgénico, bastará con que presente un informe científico (ya me entienden)  sobre su bondad para que las autoridades regulatorias estadounidenses permitan la comercialización; si luego resulta ser el cebollino homicida, eso deberán demostrarlo con cientos de informes -y tal vez algunos muertos- los consumidores. Se comprende que a la industria alimentaria estadounidense el etiquetado, por ejemplo, tal como se aplica en Europa, les parezca una pérdida de tiempo y que, por ejemplo, la denominación de origen del vino español, francés, italiano…les parezca un proteccionismo intolerable…a ver por qué no van a poder llamar champagne a un vino gaseoso producido en la Baja California ¿eh?

Así es que, como en toda negociación alguien cede y normalmente es el que más impedimentos y normas pone sobre el tapete, ya sabemos qué puede ocurrir con las actitudes garantistas europeas, sobre todo si, en realidad, no es tanto una cuestión de soberanía –eso lo es para la galería- como de una lluvia de oro (para las multi o transnacionales) y de azufre (para la gente) y de que el enemigo está dentro (en la Comisión, por ejemplo) El enemigo de la gente, quiero decir, claro. Apliquen ahora todo esto a las relaciones laborales, los derechos sociales, los servicios públicos, los fármacos, los alimentos, la protección del medio ambiente, la propiedad intelectual y las patentes...a la vida misma, vaya (todo cabe en el TTIP, o en lo que inventen para llegar al mismo sitio dando un rodeo) y verán cómo se les ponen los pelos: como escarpias.