sábado, 2 de enero de 2016

Gran coalición, mierda de apaño

A mí me parece que deberíamos hablar con propiedad y llamar a las cosas por su nombre. Verbigratia: lo que se da en llamar “la gran coalición" es en realidad una mierda de componenda, teniendo en cuenta que, de acuerdo con el veredicto de las urnas (que bonito topicazo) habría de conformarse a partir de dos partidos políticos que juntos rozan como mucho la mitad del electorado y, si se les añade el convidado de piedra, un poco más en términos de traducción fiel de los deseos de la parroquia. Una estafa.

Por otra parte, es frecuente aludir a la colación CDU-SPD para ejemplificar lo que aquí se propone. No merece la pena que me extienda en el comentario sobre este particular porque sobrepasaría con creces la extensión de este post que la disciplina blogueriana (o como se diga) impone para que ustedes no se aburran. Es fácil encontrar literatura de más nivel que prueba en un pis pas que lo de Alemania es algo que se parece a lo que aquí se propone como un huevo a una castaña.
La cuestión es que al PP no le queda otra si quiere mantenerse en el machito. Es, o ese acuerdo contra natura o a la calle. Y, lo del monaguillo, pues eso, lo que el coadjutor diga y a callar que ya pillará algo.

Pero lo que no se entiende muy bien es la actitud de algunos gurús, memos de distinto pelaje de la órbita (otro hermoso topicazo) del PSOE y presuntas propuestas carismáticas de medio pelo en realidad...aquello del ciego, el tuerto y el rey...o la reina. O sea, que esa fauna parece dispuesta a olvidarse de que el partido que comanda Rajoy es el que mayor daño ha hecho al estado del bienestar en España y quien ha provocado un extraordinario ensanchamiento de la brecha entre ricos y pobres por eliminación sistemática de la clase media. El indecente Rajoy y su máquina corrupta es el arma de destrucción masiva que pretende mantener el estatus quo para crecer a base del empobrecimiento de la gente y la creación de un empleo que no merece ese nombre.
Dispuestos a mirar para otro lado, al horizonte de la historia (hoy va de bellos tópicos, ya ven) eso es lo que proponen los mentados rojos de pacotilla: olvidar todo eso ante una presunta emergencia nacional que no definen... porque no hay tal. Salvo que les parezca tal cosa (que se lo parece) el ascenso del peligro neosoviético redivivo con aromas de reguetón y guayabera.

Sánchez, a ver si te enteras de qué va esto en realidad: tu eres lo de menos...pero puedes no serlo; tu mismo.