jueves, 18 de noviembre de 2021

La Filosofía también es un arma cargada de futuro con que te apunto al pecho


La Filosofía es la responsable de todos los hallazgos de la Revolución francesa según dejó dicho Hegel. Y ¿debemos creer a Hegel? Ayer en un acto de la Universidad Complutense de Madrid me reía porque el profesor Carlos Fernández Líria afirmó que “si lo dijo Hegel, punto redondo”

Pero aparte las risas, recordemos, por ejemplo, otros argumentos de autoridad: Bruno Bauer (1809-1882) que fue profesor de un joven Marx, hablaba de la naturaleza jacobina del pensamiento de Hegel e incluso hacía chistes sobre los heglerianos, asegurando que, más que alemanes, eran revolucionarios franceses. Nietzsche pensaba, y así lo escribió en varias ocasiones, que Hegel era el representante más fiel en el campo filosófico de la Revolución Francesa; decía que había “tanto esprit francés en Hegel que era difícil definirlo como un verdadero alemán”

No le demos más vueltas, yo sí creo a Georg Wilhelm Friedrich Hegel; me basta con saber que es suya la siguiente frase que es en sí misma una explicación y un propósito: “La historia es el progreso de la conciencia de la libertad” (Lecciones sobre la Filosofía de la Historia Universal, 1830; Alianza Ensayo tiene una edición muy cuidadapero si, además, tipos más listos que yo lo dicen, santa palabra: es la Filosofía (no la Ciencia, ni la Teología y, por supuesto, no la Economía) la responsable de algo que empieza con la toma de la Bastilla y se mantiene y se engrosa con hallazgos en el tiempo hasta impregnar nuestra vida cotidiana. ¿Cuales son tales hallazgos? No hará falta que los enumere supongo -aunque en estos tiempos de involución cualquiera sabe- bastará con recordar la separación de poderes o eso que damos en llamar el estado de derecho o las libertades ciudadanas, o los derechos ciudadanos; sí, también la propiedad privada y la iniciativa individual; sí, también eso que en la era de la especialización (“pompas de mierda” decía Francis Picabía con cruel sarcasmo que son los especialistas y los profesionales) resulta para no pocos una cosa rancia: los saberes enciclopédicos.

¿Que a qué viene este exordio?¿A que hoy es el tercer jueves del mes de noviembre y, por tanto, según Naciones Unidas, el Día Mundial de la Filosofía? Pues sí, pero ya verán que hay algo más y es cercano, concreto.

A mi lo de celebrar el día mundial de esto y de lo otro, la verdad es que no me motiva demasiado pero viene al caso que les diga, por si no lo saben, que la Unesco decidió marcar esta efemérides por algunas razones que merece la pena recordar. En la documentación elaborada al efecto por la Agencia en 2005 se dice: “Muchos pensadores afirman que el ‘asombro’ es la raíz de la Filosofía. De hecho, la Filosofía proviene de la tendencia natural de los seres humanos de sentirse asombrados por sí mismos y por el mundo que les rodea. La Filosofía nos enseña a reflexionar sobre la reflexión misma, a cuestionar continuamente verdades ya establecidas, a verificar hipótesis y a encontrar conclusiones. Durante siglos, en todas las culturas, la Filosofía ha dado a luz conceptos, ideas y análisis que han sentado las bases del pensamiento crítico, independiente y creativo” Para 2021 la Unesco propuso abrir “el debate sobre las diferentes interacciones de los seres humanos con su entorno social, cultural, geográfico y político, con el objetivo subyacente de comprender mejor la contribución de la filosofía en unas sociedades contemporáneas que se enfrentan a serios desafíos. Más concretamente, el desafío de la pandemia. La filosofía, y más aún la filosofía intercultural, se preocupa por el contexto y, por tanto, en su esencia misma, de la transformación de la sociedad”

Si a ustedes les parece que las anteriores alusiones tienen un cierto aroma rancio, ahí va lo más de lo más, las cosas que dice el Marc Márquez del pensamiento, Markus Gabriel, el chico de moda de la Filosofía mundial, autor de “Ética para tiempos oscuros. Valores universales para el siglo XXI” (Traficantes de Suelos 2021Estuvo en la Fundación Juan March (El suplemento El Cultural hizo una buena crónica de su intervención que les recomiendo: https://elcultural.com/markus-gabriel-el-trato-que-recibe-la-filosofia-en-espana-es-un-crimen-contra-la-humanidad) a principios de este mes y nos previno de que "la humanidad entera está viviendo una situación extremadamente filosófica, pues nos encontramos en crisis a varios niveles. La pandemia, la crisis climática, la crisis geopolítica en Occidente, la crisis del humanismo frente a la inteligencia artificial, la crisis del saber, la de la esfera pública…” Retos inmensos que en España, dice Gabriel, no nos estamos tomando en serio hasta el punto de que “...la Ley de Educación arrincona y desprecia la Filosofía y el resto de las Humanidades. Lo que me han contado que ocurre en España con la Filosofía en el mundo educativo es simple y llanamente un crimen contra la humanidad. Y estoy hablando en serio” Toma y toma.

Pero ¿a qué todo este alboroto sobre un problema cardinal que en realidad no existe puesto que las televisiones no se ocupan de ello? No me imagino yo a Antonio García Ferreras cerrando su circense magazin diario cambiando su carismático “más periodismo” por “más Filosofía, seguimos, resistimos” para dar paso al Informativo de mediodía ¿Qué es lo que tiene encampanados a los filósofos españoles (a los que están conservados en formol, no) entonces, tanto que ya anuncian movilizaciones -sí, los filósofos también saldrán a la calle tras una pancarta- para el mes que viene? Pues la, a su juicio, escasa presencia de la asignatura de Filosofía en el currículo que prepara el Ministerio de Educación para la Educación Secundaria Obligatoria en desarrollo de la Ley Orgánica de Modificación de la LOE, la LOMLOE o Ley Celaá. Aclarar, aunque es solo una cuestión formal, que la norma no sustituye a la Ley Wert ya que no hace falta porque esta quedó paralizada en su desarrollo por el adelanto electoral de 2018; es por tanto modificación de la Ley Orgánica de Educación de 2006.

En honor a la verdad, en la Proposición no de Ley de 2018 que está en el origen de la LOMLOE, los partidos que apoyan al Gobierno acordaron que en el desarrollo de la futura Ley Orgánica habría un ciclo completo de Filosofía en la ESO y en Bachillerato. Ahora tal tratamiento desaparece en la Secundaria. Como este asunto parece que interesa a poca gente, no se habla del malestar (otro más) de UP en el seno del Gobierno, pero haberlo, lo hay. Al acto En Defensa de la Filosofía de la Complutense que mencioné al principio estaban invitados representantes de todos los partidos políticos; solo estuvieron los de Unidas Podemos y Más País.

La propuesta de curriculum del Ministerio incluye Historia de la Filosofía en 2º de Bachillerato como obligatoria, pero propone Filosofía en 4º de la ESO como optativa si es que cada Comunidad Autónoma decide que lo sea (si no, no la hay, es su prerrogativa) y una asignatura nueva que se llama “Valores Cívicos y éticos” en la que algunos ven un remedo de sobaquillo de la desafortunada Educación para la Ciudadanía. Que no es que no sea necesario enseñar en valores ciudadanos, dicen los profesores con los que he hablado, “pero sin hacer trampas y sin rebajar la entidad de la Ética, Filosofía finalmente”. Dicen estos profesores que casa muy mal el hecho de que en la propia Ley Orgánica se mencione en varias ocasiones la necesidad de fomentar la reflexión y el espíritu crítico y luego se devalúen las herramientas que sirven para eso, precisamente cuando los chicos y chicas tienen 16 años, el momento clave para que tomen conciencia y aprendan qué es ser un ciudadano responsable; temen que si esas personas no continúan sus estudios en el Bachillerato, ya no tendrán posibilidad de formarse como tales ciudadanos.

Hay quien, incluso, más que incompetencia, ve fantasmas que tal vez no lo sean tanto. Hay quien, a sabiendas de que el tiempo dedicado a formar y formarse es limitado, si se produce una descompensación en la adquisición de conocimientos, eso es así porque obedece a razones ideológicas. ¿Qué quiere decir que se dediquen, por ejemplo, más horas lectivas al emprendimiento que a la capacidad de discernir la moralidad o no de algunas prácticas empresariales? El profesor Fernández Liria lo dijo ayer con gracia malvada: ¿Qué es un emprendedor sino un obrero en pelotas, sin sindicatos, sin protección social...? No hubo nadie para desmentir todo esto porque, como ya dije, los políticos salvo dos no estuvieron en la Facultad ayer. No se extrañen, comentó alguien, la Filosofía les parece algo inútil y es paradógico, porque negar su utilidad, ya es en sí mismo una filosofía.

Doctores tiene la Iglesia. Por eso me abstendré de opinar sobre todo esto, salvo para decir que el problema no es baladí. A ustedes, lectores, les corresponde tomar posición sobre este problema aunque apenas lo vean reflejado en los medios de comunicación; les concierne, ya lo creo que les concierne, a ustedes y a sus hijos. Tal vez nos ayude a todos a la hora de comprender la dimensión del problema algo muy simple como suelen ser las grandes aportaciones del pensamiento. En el acto de ayer estaba Adela Cortina, esa mujer menuda a la que tanto admito. Ella tuvo una breve intervención brillante como todas las suyas, para decir que a lo largo de su ya larga vida ha visto cómo la Filosofía entra y sale del curriculum y siempre se ha preguntado porqué; tal vez sea -dejó caer como quien no quiere la cosa- que la Filosofía sirve, precisamente para estar preguntando y preguntándose siempre porqué.


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